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Innumerevoli Lacrime: Una Promesa Rota | Cap. 4: Las Fantasías No Duran Para Siempre

16/9/13
    -¿¡Qué acaso no saben el susto que me dieron!? -gritó Bloom en mitad furia mitad broma. Cuando la luz del salón se prendió, las Winx y los Especialistas le gritaron: "¡Sorpresa!", y Bloom se asustó por unos nano segundos, pero luego recuperó el juicio- ¡Y para qué me gritan "Sorpresa"! -continuó ahora más confundida que furiosa.
     -¿No me digas que en serio no te acuerdas? -suspiró Stella.
     -¡No! -gritó Bloom-. ¿Acordarme de qué? -dijo casi inmediatamente después cambiando la expresión de su rostro.
     -¡Bloom, tu cumpleaños! -dijo Stella acercándose a Bloom-. ¡En serio! ¿¡En serio no te acuerdas!? -la tomó de los hombros y la agitó.
     -Este... No, parece que no... -dijo Bloom como si fuera la cosa más obvia del mundo. Pero por dentro, Bloom no entendía como fue que lo olvidó, había pensado acerca de ello el día de ayer durante todo el día. Pero ella prefirió fingir que era normal olvidarlo para no hacer que ellos pensaran que era estúpida. Stella suspiró.
     -Será el estrés de la reunión -comentó Musa.
     -¿Estrés? ¿Dices "estrés"? -replicó Bloom. Trataba de fingir que ella no tuvo estrés, cuando en realidad si lo había hecho (sin ninguna aparente razón)-. Tal vez por eso olvidé mi cumpleaños -pensó.
     -¡Oye, oye, alto! ¿No vas a darnos las gracias? -dijo Stella.
     -Sabes, no deberías decir eso, Stella. Estamos frente a una gran cantidad de gente. Tú sabes -dijo Tecna con sarcasmo.
     -¡Guau, qué amistad! -dijo Bloom-. Como sea, gracias... No es la mejor forma de agradecerles después de haberles gritado, pero bueno -sonrió. Stella la miró por unos segundos, pero su expresión se dulcificó y le dió un fuerte abrazo.
     -¡Feliz cumpleaños-olvidado-por-tí, mejor amiga! -gritó.
     -Gracias, Stella -rió Bloom devolviéndole el abrazo. Las demás Winx también se unieron y se volvió un abrazo grupal.
     -¡Hey, Bloom! -gritó alguien. Bloom se volvió y vió a su Sky en su t¿traje de rey.
     -¡Oh, Sky! -dijo Bloom y camino rápidamente hacia él. Cuando estuvo suficientemente cerca como para besarlo, algo le dijo que no era lo correcto, y en lugar de darle un beso le dio la mano y sonrió. Pensó que Sky se iba a quejar pero al parecer él no le vio ningún problema y le devolvió la sonrisa.
     -Algo está muy mal -murmuró Stella a sus amigas y ellas rieron. Bloom oyó eso y se volvió a verlas. Las Winx fingieron que estaban tosiendo para confundir a Bloom.
     -Ay, mujeres -comentó Sky y Bloom rió. Daphne se acercó a ella y puso su mano sobre el hombro de Bloom. Ella miró a Daphne y sonrió, pero por dentro creía ver ese destello negro en sus ojos; ese brillo oscuro de maldad de la Daphne "loca"-. Bueno, mejor me voy -dijo Sky.
     -¿De vuelta a Eraklion? -preguntó Bloom con tristeza.
     -No, no, no -rió Sky-. Voy a conversar con los... Chicos -terminó y se dirigió rápidamente al lugar donde estaban los Especialistas.
     -Daphne, Sky y yo estamos perdiendo la chispa -suspiró Bloom.
     -¿Cómo?
     -Al acercarme yo quería besarlo, pero no sé que pasó que en lugar de hacer eso, ¡le dí la mano! -explicó Bloom-. ¡Imagínate! ¡Somos novios! ¿Por qué yo haría eso?
     -Tal vez quería actuar formalmente -bromeó Daphne. Bloom realizó que Daphne trataba de animarla y las dos rieron juntas.
     -Sí, tal vez tengas razón -rió Bloom-. Y bien, ¿qué sigue? -preguntó dirigiéndose a las Winx, que hablaban como chicas chismosas de High School. Musa salió del grupo y se acercó a Bloom.
     -¡Música! -gritó y levantó la mano. De ella salieron brillos y notas musicales rojas que rodearon todo el salón. El cuerpo de Musa se empezó a iluminar y unos grandes altavoces salieron de la nada y en las manos de Musa apareció una guitarra.
     -¡Uh! ¡Musa! ¿Qué vas a tocar? -preguntó Stella con el tono de voz de esas niñas de secundaria.
     Musa se subió a un escenario que Bloom nunca vio cuando entró al castillo de Solaria e hizo que de sus manos salieron chispas que se convirtieron en un micrífono. Las demás Winx excepto Bloom tomaron eso como una señal e hicieron aparecer con su magia guitarras y micrófonos y corrieron al escenario. Por las caras del público, Bloom creyó que todos sabían que era todo eso. Musa acercó su boca al micrófono, respiró hondo y empezó a cantar. 
     -Ok, ustedes se han pasado chicas -sonrió Bloom. Había reconocido la canción con sólo oír la melodía y el toque de las guitarras: esa canción era una de sus favoritas. Ahora la fiesta era perfecta. Bloom miró a Daphne. Ella sonreía y empezaba a cantar la canción en voz baja, con los brazos cruzados. Bloom miró a Sky y al público: todos bailaban. Obviamente, esa canción era muy pegadiza.
     La tarde transcurrió así. Las Winx cantaban una canción tras otra y no se cansaban, mientras los demás bailaban o conversaban o comían en las grandes mesas que ellas habían hecho aparecer con magia. La gente reía, cantaba, charlaba; y eso hizo a Bloom sentirse mejor después de todas las pesadillas que había tenido en un sólo día. En realidad, hasta Bloom olvidó todo lo que había pasado. La alegría que el castillo tenía era tal, que Bloom sólo se concentraba en charlar, reír con su hermana, sin recordar esas visiones extrañas de su Daphne siendo una asesina.
     En uno de esos momentos, Bloom tuvo una charla con Daphne en el balcón.
     -¿Te gustó la sorpresa? -preguntó Daphne. Bloom no respondió, porque estaba cantando la letra de la canción-. Eh... ¿Bloom? -dijo Daphne, dándole un ligero codazo. Bloom se tambaleó un poco.
     -Ay, lo siento. Sí, me gusto muchísimo, a pesar de que casi me da un infarto -rió Bloom.
     -Ay, lo siento Bloomy. No fue mi intención -dijo Daphne.
     -No, no, no hay problema -sonrió Bloom, moviéndose al ritmo de la melodía-. En mi opinión, fue la mejor forma de darle un cumpleaños sorpresa a alguien que lo ha olvidado por completo.
     -Ah, sí. Acerca de eso, Bloom -empezó a decir Daphne-. ¿Cómo fue que lo olvidaste? Recuerdo que tu me hablaste de ello casi todo el tiempo el día de ayer -esa pregunta incomodó a Bloom.
     -Ah... Realmente no lo sé -respondió Bloom, apartando la mirada-. Es algo.. Raro -terminó de decir esto con inocencia. Daphne sonrió.
     -Entiendo -dijo ella. Apartó la mirada y vio algo-. Bloom, prepárate -murmuró. Bloom miró hacia donde Daphne lo hacia y vio a Sky. El se acercó-. Bueno, mejor los dejó -comentó Daphne y se fue. 
     -No, ¡espera! -masculló Bloom tratando de agarrarla del brazo antes de que se fuera pero no lo consiguió. Suspiró- Bueno, ¡somos sólo los dos! -dijo esto con cierto disgusto, aunque no sabía por qué.
     -Pareces un poco incómoda -comentó Sky. Bloom se sintió un poco culpable.
     -¿Incómoda? ¿Yo? ¡No, Sky, claro que no! -mintió Bloom con un falsa sonrisa en su rostro. Ni siquiera Bloom sabía por qué se sentía tan mal cerca a Sky.
     -¡Oh, bueno! -dijo Sky. Hubo un silencio y sólo se oyó la canción.
     -¿Tienes algo que decirme? -preguntó Bloom al fin. Vio los ojos de Sky y en ellos vio algo de... Culpa.
     -Eh, sí, mira lo que quería decirte era que yo... -tartamudeó Sky mientras tomaba las dos manos de Bloom. Bloom se sintió un poco avergonzada-. Que yo lo siento mucho por estar tan ausente. No era mi intención, tú sabes, mi deber es...
     -¡No, Sky, no hay problema! -interrumpió Bloom esta vez sin mentir. Entendía perfectamente todo el caso de gobernar un reino entero, algo que pronto ella también tendría que hacer algún día-. Entiendo perfectamente de lo que estás hablando. Algún día a mí también me tocara hacer eso -Bloom sin querer, le recordó a Sky lo de la boda. El se puso un poco incómodo.
     -Siento que estamos perdiendo la chispa -dijo él.
     -...Yo creo que es porque estamos creciendo, Sky -le animó Bloom-. Ya no somos... adolescentes, tenemos, tienes que gobernar todo un reino, y lo entiendo. De verdad -Sky sonrió.
     -A veces me siento tan suertudo de tener una futura-esposa como tú -dijo pero Bloom advirtió que él seguía triste.
     -Ah, la boda -murmuró Bloom-. ¡Yo... Yo no quise recordarte eso!  ¡No era mi intención, yo...!
     -¡No, no, está bien! -replicó Sky-. Yo soy el tonto aquí por no mencionar nada acerca de nuestra boda.
     -Nuestra, es algo incómodo -pensó Bloom sin saber por qué-. ¿¡Qué me está pasando!?
     -Mira, sé que yo prometí que algún día nos casaríamos, y lo haremos, es la pura verdad -Bloom no necesitaba que Sky le dijera eso. Cuando el prometía algo, se cumplía. Ella rió-. ¿Qué es tan gracioso? -preguntó Sky inmediatamente.
Foto de Winx Club All

     -Ay, Sky, tú tan tierno como siempre -suspiró Bloom con una mirada sarcástica.-. No tienes que repetirme que nos casaremos. Porque cuando tú prometes algo, se cumple, ¿nos es así? -Sky asintió. Entonces Bloom sintió ese fuerte deseo de abrazarlo. Pero una parte de su mente le decía que no era correcto, ¿¡por qué!? Bloom tembló un poco luchando por tratar de expresar sus sentimientos. Y al final lo abrazó y le dio un besó en la mejilla.
     -¡Rayos, pero yo quería los labios! -pensó Bloom. Luego advirtió lo que había hecho-. Guau, Sky -dijo Bloom en voz alta.
     -¿Qué?
     -Yo... Quería los labios -murmuró Bloom. Sky rió-. ¿Y ahora qué es tan gracioso? -preguntó un poco molesta.
     -¿Quieres actuar formalmente, verdad? -dijo Sky. Bloom entendió la broma y los dos empezarona reír.
     -Extraño esos tiempos -suspiró Bloom-. En Alfea... -de repente, Bloom sintió sus labios presionados contra los de Sky. Pero segundos después de separaron-... Ok, es mi turno -sonrió Bloom y esta vez fue ella la que besó a Sky.

     Pero las fantasías no duraban para siempre.
     Duraban un tiempo. Y luego acaban. Rotas en mil pedazos.

Cuando Bloom se separó de Sky, no podían quitarse los ojos de encima. Estaban enamorados, era un hecho. Sacrificarían cualquier cosa por su amor, por estar juntos por siempre. Bloom contemplaba el rostro de Sky, y ambos sonreían. Bloom ya no se sentía mal, culpable o avergonzada cerca de Sky, ahora se sentía orgullosa de tenerlo como futuro-esposo.
     Era la mujer más suertuda del mundo por tenerlo.

Pero las fantasías no duraban para siempre
La vista de Bloom otra vez se volvió borrosa. Bloom creyó que era sólo porque observaba mucho una cosa, pero no, estaba equivocada. Bloom posó su mano sobre su frente, le empezó a doler la cabeza y todo se movía en su mente.
     -¿Bloom, estás bien? -preguntó Sky.
     -Sí, un momento -jadeó ella alejándose y apoyándose en uno de las columnas del salón.

     El dolor era insoportable. El ruido y las risas eran una tortura para ella, todos los sonidos retumbaban en sus oídos. Todo se volvió oscuro y Bloom se dejó caer. Ella vio siluetas corriendo hacia ella, preguntándole cosas que ella no entendía. Bloom dejó esa realidad a transportarse a algo peor. Mucho peor.

(Escuchar Mientras Leen)

     Bloom oyó voces, voces familiares. Ella trató de abrir los ojos; le dolía todo el cuerpo. Vio frente a ella gente vestida elegantemente, conversando sobre temas reales que ella no comprendía.
     -Este es el catillo de Eraklion -pensó Bloom viendo las estructuras del salón pero hasta pensar era doloroso con esa jaqueca. Algo raro fue ver que nadie reía. Nadie sonreía. Eraklion era un lugar muy alegre cuando se trataba de fiestas reales, pero ahora... No había felicidad. La gente sólo iba a conversar sobre temas de la realeza. Había música, pero nadie expresaba lo que sentía. Pero entre toda esa gente vio una persona que le pareció muy familiar, aunque nunca la había visto en toda su vida.

Foto de BrokenAmyLee de DeviantART

Estaba sola y no conversaba con nadie. Parecía que estaba un poco incómoda con todo ese ambiente, con gente importante presente. Esa chica se parecía tanto a Bloom, y por lo tanto, se veía tan diferente a ella. Tenía el pelo naranja y sus ojos expresaban desconfianza hacia todos. Se sentía insegura. Llevaba un vestido largo y hermoso, con un delgado listón azul marino a la altura de la cadera. El vestido tenía volados azules, turquesas, lila y un velo de un color ligeramente turquesa caía sobre el vestido desde la cadera para abajo. Un mechón de cabello le cubría el ojo derecho mientras que otro se encontraba detrás de su izquierda. Tenía el cabello suelto, este le llegaba hasta la cintura y un moño lo mantenía elegante.
     -Esta chica -jadeó Bloom-. La he visto antes... -caminó lentamente, tambaleándose decidida a llegar hasta donde estaba esa chica. Ella no parecía tener más de 17 años. nadie pareció advertir la presencia de Bloom- Seguro son esas raras visiones otra vez. Soy invisible -pensó ella.
     -¿Qué hago? -murmuró la chica mirando al suelo.
     Bloom estaba muy cerca, sólo unos metros más.

 (Escuchar Mientras Leen)

     -¿Quién eres? -se dijo Bloom.
     Pero de repente un rayo vino de la nada y todos cayeron. La chica se cubrió el rostro y cuando la explosión pasó, miró con horror al causante de eso.
     -Tú... -susurró.
     Bloom levantó la cabeza, estaba sangrando pero ahora a ella ya no le importaba.
     -¡Daphne! -gritó Bloom no con sorpresa, sino con furia.
     -Te creí muerta... -murmuró la chica retrocediendo con miedo en los ojos.
     -Yo nunca morí, pequeña -dijo Daphne-. ¡Pero tú sí! -y al decir esto apuntó su espada hacia la chica y de ella lanzó un rayo. La chica se chocó contra la pared y cayó al suelo. Bloom juró que ella se había roto la espalda.
     -¡Daphne, para! -gritó Bloom. Daphne se volvió a Bloom, con una sonrisa malévola.
     -No -fue lo único que dijo y caminó rápidamente hacia la chica. La agarró del cuello.
     -¡Daphne! -gritó Bloom- ¡Te lo ordenó!
     -Tú ya no reinas aquí, Bloom -dijo Daphne ásperamente-. Haz muerto hace más de 60 años.
     -¡No! -gritó Bloom. Corrió hacia Daphne y le golpeó en la cara. Ella nunca creyó ser capaz de hacerle eso a su hermana, pero eso ya era demasiado: había matado a sus padres, tal vez destruido a Domino y ahora trataba de matar a una chica inocente. Daphne soltó a la chica, esta estaba inconsciente. Bloom aprovechó para agarrar a Daphne del cuello y tratar de estrangularla. La agitó con fuerza.
     -¡Tú no puedes matarme! -gritó Daphne liberándose de las manos de Bloom.
     -¡Oh, sí puedo! -gritó Bloom, creando una bola de fuego con sus manos-. ¡Llama del Dragón!
     La bola de fuego se dirigió a Daphne, pero ella no mostraba signos de preocupación. Cuando la bola de fuego estaba a punto de tocarla, Daphne la agarró con facilidad y sonrió.
     -¿Eso es todo lo que tienes? -espetó ella y la lanzó con fuerza hacia Bloom. Bloom se chocó contra la pared y se dejó caer-. Yo también soy la Poseedora de la Llama del Dragón, ¿recuerdas? -sonrió Daphne. Bloom no podía ver su rostro, la sangre le caía desde la frente, Daphne caminó lentamente hacia la chica-. Ah, por cierto. Está chica... Es tu hija -Daphne quería saber de lo que Bloom era capaz. Quería pasar el límite.
     Bloom estaba débil, pero al oír que Daphne iba a matar a "su" hija (pues Bloom pensaba que Daphne mentía) sintió un fuego ardiendo dentro de ella. No sabía cómo expresar lo que sentía en el interior, pero parecía que un fuego corría por sus venas y le hacía sentir fuerte otra vez. Se levantó sujetándose de la pared.
     -Mi hija... -susurró. Daphne estaba cruzando los límites. Bloom sintió una furia y rabia tan grandes que sintió que iba a explotar. Sus ojos se volvieron rojos como el fuego. Ya no le importaba sangrar, no importaba si mataba a su hermana de "casualidad", hija o no, la iba a proteger. Sentía la Llama del Dragón dentro de esa chica.
     -¡Fuego del Dragón! -vociferó Bloom.


     Un gran dragón rojo salió de Bloom y la rodeó. Los ojos abiertos de Bloom reflejaban el fuego y de ellos salía una luz blanca. Con sus manos, Bloom ordenó al Dragón a atacar a Daphne. Daphne estaba boquiabierta: no había esperado ver un Dragón tan grande, tan poderoso, tan parecido al Dragón real, al Creador del Universo Mágico. El dragón rodeó a Daphne, que dejó caer la espada. Ella lanzó un alarido agudo que hubiera dejado sordo a un humano, pero no a Bloom, que estaba en un estado de furia loca. Bloom sonrió ligeramente. El Dragón elevó a Daphne, quemándola. Bloom hizo un ademán con sus manos y el fuego se dispersó hasta desaparecer con Daphne. Bloom se posó sobre el suelo sin caer. Ella cerro los ojos, un poco orgullosa de su hazaña, un poco culpable de haber matado a su hermana. Abrió los ojos.

Daphne estaba en el suelo, sangrando. Las Winx trataban de despertarla, sin resultados. La gente corría buscando ayuda: el salón de baile estaba destruido. Había fuego en algunos rincones. El vestido de Bloom estaba rasguñado, sucio; y cubierto de cenizas. Sky estaba a unos metros de ella, boquiabierto sin saber qué decir o hacer. La locura dejó a Bloom, y ella fue consciente de lo que había hecho.
¿Acaso había matado a su hermana?
     -Qué he hecho... -susurró Bloom.

4 comentarios:

Unknown at: 14 de noviembre de 2013, 16:07 dijo...

Bonita novela

Snow Rosemary at: 15 de noviembre de 2013, 4:18 dijo...

Gracias ;)

Unknown at: 29 de enero de 2014, 1:25 dijo...

me encant¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
si no siguen me muero¡¡¡¡¡¡

Snow Rosemary at: 1 de febrero de 2014, 13:14 dijo...

Jajaja, muchas gracias, en serio! ;D
Y no te preocupes, que ya esta un nuevo capi! xD

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