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El Pasado Perdido: Capítulo 4. Secretos enterrados

9/4/14
Secretos enterrados

Al día siguiente…

Iba paseando por la gran plaza de Domino, y la gente me miraba mal… Si, sé que ataqué a mi hermana… ¡Pero lo hice sin querer! Más o menos… ¡Estaba en visiones!

En el cuarto de Daphne…

-¿Seguro que estás bien?- Dijo Bloom, agarrando la mano de Daphne.

-Sí. No tienes por qué preocuparte. Pero lo que sí me preocupa es la actitud de Aurora anoche…- Miró por la ventana y me encontró, mirando mis pies que se movían ligeramente. Giré mi cabeza y miré la ventana de Daphne, que detrás del cristal se escondía el alma preocupada de Daphne. Hice como si no hubiera visto nada y seguí andando, con las manos en mis bolsillos y mirando abajo, como antes. Me sentía tan culpable que ni quería ver a nadie. No quería que nadie me viera a los ojos, después de lo que pasó anoche… Vi a dos chicas cuchicheando y riéndose al verme. Miré a mi derecha para verlas, y ellas pararon, pero yo seguí mi camino, mi camino a ninguna parte…
(Imaginad que Aurora lleva la ropa de Bloom Café)

Seguía andando sobre mis pasos, y poco a poco me fui alejando del palacio. Oí los pasos de alguien, alguien corriendo, era Bloom.

-¡Oye! ¿Adónde vas?- Dijo andando al mismo paso que yo. Yo no dije nada, solo seguía andando, mirando hacia abajo.

-¿No me vas a decir nada?- Dijo en tono de broma.

Me paré, y levanté un poco mi cabeza.-Ahora no estoy mucho para bromas, Bloom.- Y seguí andando.

-¿Qué te paso anoche?- Dijo caminando al lado mía.

-No lo sé.- murmuré.-Simplemente, no sé. Fue algo muy extraño.-

-Ah. ¿No quieres compartir nada más?-

-Ahora mismo no, Bloom, sigo confusa con lo de anoche.- Bloom se paró y yo giré mi cabeza levemente hacia la izquierda, para ver si me seguía, pero tenía la cabeza abajo. No me seguía, pero ni me inmuté y seguí andando.

Oí pasos ligeros, cada vez más lejos. Bloom se fue. Yo me paré en un pequeño puente que si te caes, terminas en pleno océano. Yo andaba, como si fuera haciendo equilibrio, a veces con las manos en mis bolsillos y mirando al cielo… Y siempre pensando en lo de anoche. ¿Cómo pude dejarla así? ¿Con heridas y todo? ¿Pero qué le hice?...

Bloom vio a Daphne salir del dormitorio corriendo.

-¡Daphne! ¡Hola!- Bloom la saludó. Daphne hizo como que no estaba allí y siguió corriendo.

-¡Bloom! ¡Daphne ha salido corriendo sin motivo!- La llamó Tecna.

-¿Qué? ¡Ahora mismo voy a por ella!- Y salió corriendo tras ella.

Daphne llegó a donde estaba Aurora.

-¡Eh!- Me gritó Daphne. Yo me paré y me giré.

-¡Daphne! ¡Estás bien!- Dije acercándome a ella.

-¡No me toques!- Dijo Daphne retrocediendo un paso.

-¿Q-Qué te ocurre? ¿V-Va todo bien?- Dije acercándome más, con pasos cortos y lentos.

-¡No! ¿Por qué me hiciste esto?- Me dijo enseñándome marcas, moratones y cortes de anoche.

-Em… Eh… No, no lo sé…- murmuré.

-¿Qué no lo sabes? ¿Me estás gastando una broma, no?- Dijo un poco enfadada.

-Em… Daphne, no sé ni lo que hice, f-fue todo muy rápido y confuso. Tuve una visión y… tal vez te vi como otra persona. Lo siento mucho…- dije retrocediendo.

-Ah. Bueno… Tranquila, no pasa nada. Perdón por haberme comportado tan bruscamente.- Se disculpó Daphne.

-Tranquila, no es nada. Tiene que ser un poco difícil saber que tu hermana te ha atacado sin motivo, igual de confuso es para mí.- Dije con una ligera sonrisa pero a la vez confusa.

-Me alegro de que me hayas perdonado.- Se puso a mis pasos y puso su brazo por mi cuello.- Bueno, ¿volvemos?- Dijo con tono feliz.

-¡Claro!- Dije sonriendo, sabiendo que mi hermana me había perdonado.

-¡Daphne! ¿Adónde vas?- Vimos a Bloom corriendo.

-¡Bloom!- Dijimos Daphne y yo a la vez.

-¿Daphne, a dónde ibas? Ah, hola Aurora.- Dijo saludándome.

-Nada, iba a…- Daphne no sabía que decir.

-Aclarar lo nuestro.- Seguí.

-Oh.   ¿Y ya lo habéis solucionado?- Dijo Bloom sonriendo.

-Sí, ya está todo bien.- Sonrió Daphne.

-¡Genial!- Dijo Bloom con tono feliz.- ¿Volvemos a casa?-

-¡Claro!- Dijimos Daphne y yo, y las 3 volvimos a Domino. Y mientras volvíamos…

-Oye, Aurora… ¿Qué es lo que viste en la visión aquella? Cuando creíste que era otra persona.- Dijo Daphne, esperando una respuesta.

-Ah. N-No tiene importancia…-murmuré. –No hay que preocuparse de eso.-

-Para mí es importante, a veces las visiones no son algunas cualquieras en los poseedores del Fuego del Dragón. Tal vez si me lo dices, pueda decirte una solución.- insistió Daphne.

-Daphne tiene razón, últimamente tienes muchas visiones y pesadillas.-

Bloom se integró en la conversación, hablando en un tono preocupado.

-Estamos preocupadas.- Dijeron Bloom y Daphne a la vez.

-Chicas, no tenéis que preocuparos, son solo visiones, no hay que centrarse en eso ahora…- Dije mirando al cielo.- Hay cosas más importantes.- murmuré. Daphne y Bloom se quedaron calladas, y yo andaba mientras miraba al suelo.

-¿Y la boda?- murmuró Bloom tras un suspiro.

-Ah, la boda.- Miré mi anillo –Todavía no lo hemos hablado.- murmuré.

-Ah. Ok.- Y Bloom anduvo mirando al suelo, y Daphne iba detrás, a paso lento. Miraba a Daphne a veces de reojo. Sospechaba de ella. Las pistas son claras, Daphne es una gran sospechosa de la identidad de Sin Rostro. ¿Pero por qué querría matarnos? Eso aún es un misterio, pero debo resolverlo, con ayuda o sin ayuda.

A la noche…

Hubo otra fiesta en Domino, no sé por qué, pero hubo una. Y de nuevo, vi a Daphne en el jardín. Yo me asomé por la puerta y poco a poco fui bajando las escaleras.

-Em... ¿Daphne?- Dije asomándome para ver qué hacía. Daphne se dio la vuelta bruscamente.

-¡Aurora!- Dijo un poco nerviosa. -¿Q-Qué haces aquí?-

-Eh… Te vi fuera.- dije inventando una excusa.- Creí que no tenías ganas de fiesta.-

-Oh, no, no, ¡sí que tengo ganas! Solo… Solo estaba viendo una cosa.-

-¿Cómo la otra noche? Daphne, si tienes algo que contar puedes decírmelo.- dije acercándome a ella.

-¡No!- dijo dando un paso atrás.- No… No me pasa nada. Sigo confusa por lo de aquella noche… Nada más.- Dijo Daphne, nerviosa. Yo me asomé un poco con cara extrañada y vi a Daphne con un libro pequeño. Era rosa y violeta, con flores rosas… Mis ojos se agrandaron.

-¿Da-Daphne? ¿¿Qué haces con mi diario??- Dije retrocediendo, enfadada.

-Ah, eh…- Dijo Daphne mirando atrás, al diario que tenía escondido en sus manos que estaban escondidas.

-No hace falta que digas nada.- Y me fui.

-¡Ey, Aurora! ¿Qué tal la fiesta?- Dijo Bloom acercándose a mí.

-Ah. Bien.-Y me fui.

-Qué rara está últimamente…- pensó Bloom.

-¡Bloom!- La llamó Daphne.

-¡Daphne! ¡Hola!- Dijo Bloom acercándose y abrazándola.-Oye Daphne… ¿Tú no notas a Aurora rara últimamente?-

-Eh… Sí. ¿Por qué lo dices?- Dijo escondiendo mi diario por un hechizo.

-Porque la veo confusa, y pensativa… Creo que nos oculta algo.-

-Te he oído, Bloom.- Le dije.

-¡Eh! ¡No nos espíes!- Dijo con tono de broma. Solté una pequeña risa y entré en el castillo. Entré y mucha gente me esperaba ansiosamente.

-¡Aurora! ¡Reina Aurora! ¿¿Nos invitarás a la boda??-

-¡Porfa, haz unos trucos de tus poderes!-

-¡Futura reina! ¡Futura reina! ¿Puede darse un beso en honor a su boda? ¡Sería mágico!-

-Basta…- dije apartándome. Pero ellos seguían hablando.


-Basta por favor…- Dije a punto de llegar al centro de la rabia.

Pero ellos seguían hablando constantemente.

-¡¡¡He dicho que basta!!!- Dije enfadada, dándome la vuelta. Todos se quedaron callados, y yo salí corriendo a mi cuarto.



Yo me quité el vestido y me puse mi pijama, y cogí un bolígrafo y mi diario… Espera, ¿y mi diario? Rayos. Lo tenía Daphne. Iba a hacer un hechizo para que tuviera de nuevo el diario, pero sonó la puerta.

-¿Puedo pasar?- Se asomó Bloom, y yo asentí.

-¿Qué quieres?- murmuré.

-¿Qué ha pasado en el salón?- Dijo Bloom sentándose en mi cama.

-Ah, nada. Solo es… el estrés.- dije tras suspirar.

-Tranquila, a mí también me pasa.- Dijo con una pequeña sonrisa.

Yo suspiré y seguido dije:- Entre unas cosas y otras me estreso y… me pongo nerviosa…-

-Ah, Aurora… ¿Hay algo que nos estás ocultando?- Mis ojos se agrandaron. ¿Sabía que ocultaba lo de Daphne?

-¿Qué? ¿Ocultar yo algo? ¡Pues claro que no!-fingí.

-Ah. Es que últimamente te noto nerviosa.-

-¿Yo? ¿Nerviosa? ¡Para nada!- Bloom suspiró.

-Bueno, pues estaré confundida. ¿Vienes de nuevo a la fiesta?-

-Hm… Nah, paso. No quiero que me miren raro… Entre lo de hoy y lo de aquella noch… Bueno, ya sabes de qué hablo.

-Si…- murmuró Bloom. -¿Y qué harás? ¿Te quedarás ahí? ¿Sin disfrutar de la fiesta?- Bloom me dio un suave codazo. Yo suspiré:

-Ay, Bloom, pues no sé qué hacer…-

-¡Pues únete a la fiesta!- Dijo Bloom riendo.


-¡Ay!- Dije riendo.

-¡Cámbiate!- Mandó Bloom divertidamente.

-¡Jaja, de acuerdo!- y me cambié a un vestido largo y hermoso, con un delgado listón azul marino a la altura de la cadera. El vestido tenía volados azules, turquesas, lila y un velo de un color ligeramente turquesa caía sobre el vestido desde la cadera para abajo. Un mechón de mi pelo me cubría el ojo derecho mientras que otro se encontraba detrás de su izquierda. Tenía el pelo suelto, que me llegaba hasta la cintura y un moño me mantenía elegante.

Gracias a BrokenAmyLee de DeviantART
(¡Imaginad que es rubia con mechas rosas! XD)

-¡Preciosa! Como te vea Stella…- Y reímos a carcajadas.

-Ah, esto de saber por fin quién soy y darme cuenta de que soy una princesa, hada con poderes poderosos… Es genial pero tienes un cansancio… Jajajaja.- Dije feliz.- Wow, voy como mi hija en aquella visión...- pensé.

-No debes ponerte nerviosa. Vamos, te acompaño al salón.- Dijo Bloom sonriendo.


Por un día, me olvidé de Sin Rostro. ¿Que qué hice? Pues divertirme todo el día con las Winx. ¡Fue genial! Esto sí que es tener una vida llena de felicidad.

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