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Y aquí estoy yo: caminando en las Ruinas de Domino. Me rompe el corazón ver esto y recordar como fue en mi niñez, en sus días de gloria, es sus épocas de oro, y ahora... No es nada más que un reino destruido.
¿Cómo fue que pasó esto? ¿Cómo? Siempre recuerdo ese día donde todo estaba cubierto de sangre, humo, fuego. Día y noche, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada momento de mi vida lo recuerdo, y mi corazón se rompe en mil pedazos. Recuerdo cuando los niños corrían con sonrisas en los rostros, yo entre ellos, la más "traviesa" como decía mi madre. Me duele tener que recordar, pero... de algún modo me gusta sufrir, me gusta ver lo que tanto me ha herido desde mi niñez, para que me siga doliendo, y más que antes. Es un mal hábito, lo sé, pero no hay nada más que hacer en estas ruinas, en esta dolorosa vida. Recuerdo ese día como si hubiera sido ayer. Pero no pasó ayer, pasó hace muchos años, y todo sigue igual. Es una tortura esperar que algún milagro pase, quedarse ahí parada, esperando que las Winx vengan y llenen todo de alegría y magia, pero no, ellas desaparecieron, nadie sabe donde... donde están. Y ahora me preguntaran cómo fue que todo esto pasó. Es doloroso, pero me gusta contarlo, a pesar de que mi rostro dice no.
Me había ido a dormir, más temprano que de costumbre, porque mañana iba a ser mi cumpleaños, y quería levantarme temprano y así poder espiar como hacían los preparativos (por eso mi madre me decía "traviesa") y poder saber por adelantado que iba a pasar en el castillo. Pero vaya cumpleaños, el peor de todos: el peor, y lloré; pero no de alegría.
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Lo primero que oí fueron explosiones, lo que era raro, sólo lo hacían en Año Nuevo, pero de todas maneras espere. Luego oí gritos, pero no de alegría, no de felicidad, eran de dolor, de gente que moría y se despedía de sus seres queridos, gente que lloraba. Asomé mi cabeza por la ventana y qué horrible fue lo que vi: Había millones de personas, con armas, espadas, arcos, hachas, y armaduras. Pero no eran de Domino, no tenían su escudo. Eran gentes de otros reinos. Y mataban a las personas inocentes, a todo lo que encontraban a su paso. No pude contener las lágrimas, viendo tanto horror, tanta violencia, ¿y esto era para m cumpleaños? Pero luego vi otras personas que atacaban a los enemigos, y eran los soldados de Domino. Sonreí por unos segundos, porque sentía que la esperanza volvía a mí, y por un segundo fugaz sentí que todo esto era un sueño, un simple juego. Pero la sonrisa desapareció, viendo que Domino perdía, y los enemigos avanzaban. Y yo sólo podía quedarme ahí, mirando el horror, el fin.
Parecía un zombie viendo a su alrededor, estorbando sin saber qué hacer. Pero yo estaba en mi habitación, no podía hacer nada... ¿o sí? Pensé por un momento en mis poderes, yo poseía magia, y pensé en salir, y atacar a los enemigos. Pero viendo la sangre allá fuera, el miedo me venció y sujeté con fuerza mi manta, esperando que todo fuera un sueño, una simple pesadilla. Deseaba despertar y ya. Luego oí una puerta que se cerraba con un fuerte ruido, y volteé de golpe y vi a mi madre.
-¡Shanelle! -gritó desesperada.
-¡Madre! -dije con una débil voz, el miedo me dominaba. Mi madre se acercó-. ¿Madre, qué pasa? ¿Es esto guerra? -pregunté desesperada por una respuesta.
-Hija, tienes que salir de aquí, sígueme -dijo mi madre evadiendo mis preguntas, tomándome de la mano, saliendo de la habitación.
Mi madre caminaba con rapidez y yo trastabillaba con mis propios pies. Las lágrimas me dejaban ver todo borroso, y sólo alcanzaba a oír las órdenes que me daba mi madre, y los gritos del campo de batalla.
-Madre, ¿a dónde vamos? -pregunté, pues todo estaba muy silencioso.
-Sólo sígueme, vamos a un lugar seguro -respondió ella. Vaya que me reconfortaba. Corrimos a través del castillo, y el miedo me dominó otra vez: todo estaba oscuro, ya podía sentir una espada atravesando mi corazón. Mi madre nos alumbró el camino con su fuego -¡Por aquí! -me gritó jalando me de la mano. Yo tropecé de nuevo, me sentía mareada por toda la violencia que había visto allá afuera. Apenas era una niña de catorce años.
Cruzamos un pasillo y bajamos las escaleras. No había ningún guardia, ninguno de esos srivientes que te traían la comida, no había nadie. No logro recordar por donde más pasamos, todo estaba tan oscuro, y yo solo era jalado de la mano por mi madre, la desesperación y el miedo me cegaron completamente. ¿Y qué si todos habían muerto? ¿Y qué hay de mi padre, y de mis amigas, y de las Winx? ¿Están vivas o... muertas?
-¿Están vivos? -murmuré
-¿Quién? -preguntó mi madre.
-Tu esposo, quiero decir, mi padre, y mis amigas, y las Winx. Todo se siente tan vacio. No veo nada -respondí con la voz entrecortada.
-Están bien, salieron a combatir allá afuera, pero sé que están bien -dijo ella y seguimos corriendo.
Minutos después paramos frente a una puerta, o no sé muy bien que era, yo sólo me decía a mi misma "Dios, déjanos vivir, déjanos vivir" mientras lloraba. Luego me encontré a mi misma caminando en un túnel bajo tierra hecho de ladrillos. Era un túnel de gran altura, necesitaba una silla y estirar mis brazos para tocar el techo, si era posible hacerlo en este momento desesperado. Mi madre me había soltado de la mano y ahora iba detrás de mí. Creo que al cabo de caminar unos minutos nos encontramos con unos guardias. Al principio me asusté y contuve el grito, pero al ver que llevaban el escudo de Domino en su armadura, me sentí más tranquila. Mi madre se acercó.
-Escúchame, Shanelle -dijo ella-. Estos dos hombres te guiarán a través de este túnel. Esto lo construimos en caso de guerra, y así buscar una salida, pero me temo que tu será la única que lo cruce, porque los enemigos nos atacaron antes de lo esperado.
-Pero madre... -murmuré mientras las lágrimas salían de mis ojos-. ¿Pero tú no vendrás?
-No hija -respondió ella-. No me toca a mí ir contigo. Tengo que ir allá afuera y proteger a tu padre, a las Winx y al reino.
-¡Pero vas a morir! -grité pero ese grito pareció un susurro.
-Todo estará bien -me dijo mi madre mientras ponía su mano en mi hombro-. Ten esto -continuó y me puso un collar con forma de corazón alrededor de mi cuello-. Te protegerá cuando estés en peligro. La Llama del Dragón está ahí adentro.
-¡Pero yo quiero que vengas! -grité esta vez con más fuerza, pero recordé que ella iba a la batalla-. ¡Yo puedo ayudar! Tengo magia y puedo controlar el fuego, como tú.
-No hija, es demasiado peligroso -replicó ella-. Yo quiero protegerte. Tienes que irte -dijo con tristeza mientras unas lágrimas le resbalaban por la mejilla como unas gotas de lluvia centellante.
-Pero y mi padre, y Daphne y las Winx... -dije.
-Estarán bien, lo prometo -dijo ella-. Y también te prometo que nos volveremos a encontrar.
-¿Lo prometes?
-Sí -respondió mi madre-. Ahora vete -dijo finalmente y los guardias me guiaron a través del túnel y mi madre se quedó ahí.
-¡Madre! -grité mirando así atrás pensando que pronto moriría- ¡Bloom! ¡Bloom! -grité esta vez diciendo su verdadero nombre pero luego ella se volvió y desapareció.
El túnel era muy largo. Caminamos por lo menos una media hora, el tiempo me parecía eterno allá adentro, pensando en mi familia y en qué hacer si morían, ¿qué iba yo a hacer? ¿cómo iba a continuar mi vida sin la gente que me apoyó hasta el final? Seguía las instrucciones de los guardias, y nada horroroso pasó en esos momentos. No oí ningún grito que significara que mi madre había muerto volviendo a salir del túnel, ni nada por el estilo. Pero las explosiones y los gritos del campo de batalla seguían, y podía escuchar a las Winx pronunciando ataques, mi madre entre ellas. Pues sí, mi madre era Bloom, el Hada de la Llama del Dragón, líder de las Winx. Pero si tan solo supieran toda la historia que se encuentra detrás de cada rostro sonriente de ese grupo... Y todo lo que pasaron. Yo no sabía mucho, no querían traumarme con sus historias y saber todo lo que pasaron por mí; para que yo naciera. Y ni siquiera sé si pasaron tanto dolor, pero corre el rumor de que por poco se sacrificaron, y los rumores no siempre son ciertos. Algunos son puras mentiras y otros tal vez sean verdad pero prefieren no escuchar. Eso pasó con Domino, supongo.
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Me había puesto una capa para que no se me viera el rostro al salir, y así confundirnos con gente del reino que corre por ayuda y así pasar inadvertidos y llegar al puerto. Al salir del túnel ví como todo estaba incendiado, la gente corría, las casas estaban quemadas, todo estaba cubierto de niebla. Corrimos lo más rápido que pudimos para evitar ser atacados por el ejército del enemigo. Al llegar al puerto pasando inadvertidos, yo mire hacia atrás, esperando ver a mi madre viva, y a mi padre y a Daphne, todos sanos y salvos. Pero no, había guerra, y eso significa dolor, sangre, muerte. Vi como las Winx peleaban contra esos monstruos tan horribles. Mi madre con heridas en los brazos, sentada en el suelo mientras las Winx la protegían. Yo la miré, y ella también lo hizo. Nuestras miradas se conectaron... La última vez que nos miraríamos cara a cara. Ella movió los labios y dijo algo inaudible, algo que no alcancé a oír con todo el ruido de la batalla. Se levantó y me miró por última vez.
-Mamá -susurré llamándola como cuando era apenas una niña.
-¡Princesa, suba ya! -gritó uno de los guardias. Entonces recordé que el tiempo no se había congelado, mi vida continuaba. Me volví y me senté sobre el bote, esperando que nadie nos mirara y mi familia... esté a salvo.
El bote empezó a moverse. Estaba a unos seis metros de la orilla y yo estaba cabizbaja, esperando que todo esto fuera una simple pesadilla, un simple juego. Esperaba morir y alejarme de el reino en llamas. Entonces escuché que alguien me llamaba, levanté la cabeza y ví a mi mejor amiga, Alice.
-¡Shan! ¡Shan! -gritaba.
-¡Vuelve, vete! -le dije desesperada-. ¡Alice, detrás de ti! -grité, pero era demasiado tarde. Un soldado del enemigo atravesó con su espada el cuerpo de Alice. Lancé un grito de dolor, esto si era el peor cumpleaños del mundo. Viendo a mi amiga morir frente a mi ojos, mientras ella me gritaba, incitándome a volver. La desesperación volvió a mí, y me paralicé, con las lágrimas rodando por mis ojos -¡Alice! -grité con todas mis fuerzas mientras el llanto me ahogaba. Lamentablemente los soldados del ejército enemigo oyeron mi grito y corrieron hacia el puerto. Los guardias que estaban junto a mí no hicieron nada, sólo esperaron la muerte. Como yo.
Cuando unos cinco soldados del ejército enemigo estuvieron a la orilla del puerto, agarraron sus arcos y nos lanzaron flechas, a mí para ser exactos, porque ellos querían eliminar la heredera de Domino y la Llama del Dragón, pero no sabía por qué. Pero luego no sé qué pasó, hubo una explosión, ví fuego frente a mí pero no me quemé y sentí que ese fuego me protegía, por unos pocos segundos. Sentí que una flecha pasaba junto a mí, sentí el filo de una espada y luego caí. El agua era fría como la muerte, asustada como estaba, y oí gente que me llamaba por mi nombre. Vi la luz de la luna a través del agua, sentí que una luz me rodeaba y no recordé nada más...
Pero siempre recordé lo que mi madre Bloom me había dicho, de que algún día nos encontraríamos otra vez, en tiempos de paz. Pero... ¿qué tiempos de paz hay en este mundo? Esperé y esperé; esperando ver a una Winx pasar volando por Domino y que la alegría volviera otra vez. Pero no, nunca las ví, nunca.
Al principio pensé que tomaría tiempo, que seguro las Winx estaban en ciertas dificultades, pero el tiempo pasó; pasaron meses, años, y el tiempo pareció eterno. Pensé que pronto vendrían, que sólo tenían ciertos contratiempos, pero ninguna noticia de felicidad vino. Me sentí abandonada, traicionada, que me habían dejado. Y empecé a sentir cierto rencor en mi corazón, creyendo que mi madre me había mentido, hasta que... de verdad creí que ella me había mentido, que jugó con mis sentimientos, creando esperanzas falsas en mi corazón, y la odié, a pesar de que nunca la ví otra vez. Y sentí que mi madre era una mentirosa, que siempre lo había sido. Que ella había roto una promesa, una promesa que lo era todo para mí. Tan sola me sentía en ese mundo, que confundí amor con traición. Y todo el tiempo me repetía:
Ella rompió una promesa.
14 comentarios:
la ultima parte donde estaba leyendo y escuchando me dio miedo
¡Ay, lo siento! ¡No era mi intención asustarte! D: Era para... Avivar la escena ^^'
me fascino que dramatico con la musica
Grax! ;3
k hermoso!
es poesia!de miedo!
Ay muchas gracias! :D
Es la.mejor novela q he leifo dios q bonita novela pero esta parte me ha asustado y echo llorar hasta a mi. Por favor sigue. Besos
Me ha encantado me hs echo llorar y q me diera miedo.la mejor novela q e leido. Porfa sigue.
Es la.mejor novela q he leifo dios q bonita novela pero esta parte me ha asustado y echo llorar hasta a mi. Por favor sigue. Besos
¡En serio muchisimas gracias! xD No te preocupes, que voy a seguir :)
(Y mil disculpas por hecerte llorar, no era la intención D:)
lo que sentí fue un sentimiento que de amor odio al mismo tiempo como nostalgia hermoso
Wow, no sé si eso es bueno o malo.
Pero yo también he sentido ese sentimiento antes xD
Y gracias!
wow y que paso no se apenas voy a ver los demas tengo curiosidad de sabeer que la paso a bloom y a las demas winx y a sky y los especialistas (si es que aki se llaman asi)
Tomará mucho tiempo antes de que se pueda descubrir que fue lo que les pasó exactamente. Pero ya vendrá :)
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