Mi Destino ~ Capítulo 03: Primer Día De Clases

La oscuridad de la noche me atraía, su profundidad me era desconcertante como si algo se encontrara ocultándose de mi presencia en ella. Una tenue luz empezó a emerger de mi cuerpo, que por cierto se encontraba extrañamente flotando en el cielo estrellado. Mis centelleantes ojos vagaban por los alrededores de donde me encontraba. De pronto, sin aviso alguno fui atraída hacia una sombra, la cual pertenecía a una mujer. Sus largos cabellos rubios llegaban hasta su delgada cintura y a la vez enmarcaban su bello e intrigante rostro donde se hallaban un par de ojos claros que me estudiaban como si quisiera saber algo de mí.

- ¿Quién eres? - Me extrañe por el tono débil y temeroso de mi voz.

- No es momento que lo sepas, pero ten seguro que aquel día se aproxima - Aquella mujer hizo una pausa para soltar un profundo suspiro - En estos instantes hay otros asuntos por aclarar.

- ¿Cómo que tenemos otros asuntos que aclarar? - La incertidumbre presa en mi interior cada vez crecía más y más - Ni siquiera sé quién es.

- Eso no es importante - Declaró con seriedad mirándome profundamente.

No entendía lo que sucedía, tan solo recuerdo haberme quedado dormida y al abrir mis ojos me encontraba en este lugar, completamente desorientada. Aquella dama me inspiraba sensaciones contradictorias, por un lado sentía haberla visto antes, pero también estaba esa misteriosa aura que la rodeaba.

- No temas, solo quiero advertirte de lo que esta próximo a suceder - Su tono de voz cambio por uno más dulce y comprensivo - Lamento informarte esto, pero te encuentras en peligro.

- ¿En peligro? - Las palabras temblaron al salir de mi garganta. Estaba en peligro, pero no sabía el porqué.

- Como ya he mencionado, no es el momento para enterarte de la verdad absoluta - Hizo una pausa para observarme fijamente, queriendo comunicarme algo que no podía ser expresado en palabras. Aunque me fue imposible captarlo - Eres diferente a los demás, lo sabes ¿cierto?.

- ¿Diferente? - Recordé mí, no muy lejana, infancia. La sensación de no encajar siempre había sido mi fiel compañera. Desde muy pequeña, todo en mi era diferente. Sin embargo no fue notado por el exterior, solo por mi solitaria existencia - Creo que sí.

- Eso es excelente. Una cosa menos de la cual hablar - Esbozó una sonrisa sincera, era la primera vez que la veía hacerlo - Algunas personas en el universo desean destruirte. Lo peor de todo es que no es culpa tuya la razón por la cual quieren hacerte daño, pequeña.

Algo que no era mi culpa, pero me veía involucrada en ello. Y eso mismo me había puesto en peligro. ¡Esto es enserio!. Si no era mi culpa como termine involucrada y peor como termine en peligro. Todo esto debe ser un sueño, un raro y muy extraño sueño.

- Se que debes de estar confundida, pero todo a su tiempo - Acarició mi mejilla con una de sus delicadas manos, mientras que en la otra apareció una bella cadena de oro con un dije de diamantes - Esto te mantendrá a salvo, no te la quites por nada, solo así ya no estarás tan expuesta.

- ¿Qué? No comprendo nada de lo que sucede, merezco una explicación - Proteste viéndola a los ojos, no podía solo decirme que estaba en peligro sin darme un porque. ¡Era inaudito!

Aparentemente no le importaron mis palabras, pues solo estiró sus brazos para colocarme la cadena. De pronto, el mundo donde me encontraba empezaba a desaparecer. Todo era misteriosamente absorbido por una niebla blanca. En mis últimos segundos en ese lugar sonrió, para luego desaparecer. Me deje llevar por el profundo negro que ahora me rodeaba.

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Al abrir mis ojos, me hallaba en la habitación que me otorgó la escuela. Tenía razón solo fue un sueño, el sueño más raro que he tenido. No tenía de que preocuparme, no fue real. No es real. Impulse mi cuerpo con lentitud hasta estar sentada en la cama. Hoy comenzaba la escuela, y con ello empezaba mi nueva vida.

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El interior de la escuela era asombroso, hasta el más pequeño rincón se encontraba cubierto de detalles. Todo era esplendido, magnifico, mágico. Mientras mis ojos observaban todo a su alrededor, yo sostenía una incesante guerra mental para alejar mis pensamientos del extraño sueño que tuve, pero al parecer estaba perdiendo. Es que todo parecía tan real, aquella mujer se veía tan real, sus palabras...

-  ¡Cuidado! - Gritó una chica, de mi edad aparentemente, despertándome de mi ensoñación. Sus cabellos de un dorado precioso brillaban con el resplandor del sol, flotaban detrás de ella, pues estaba desplazándose a una gran velocidad por los pasillos. Se detuvo abruptamente a unos escasos pasos de donde me encontraba. Su respiración era agitada, bueno eso era normal había corrido demasiado rápido a mi parecer.

- Hola... - Tomó un profundo respiro y continuó - ¿Por casualidad sabes donde está el aula 2-A? Llevó varios minutos buscándola, ya casi empiezan las clases. No quiero llegar tarde - Su voz era dulce y animada, me recordaba demasiado a las amigas que deje atrás.

- Si se dónde está, en realidad, me ha tocado en esa aula - Le respondí esbozando una pequeña sonrisa.

- Grandioso, podemos ir juntas - Sus ojos brillaban mientras hablaba - ¡Ah!, mi nombre es Celine - Dijo extendiéndome su mano.

- Que hermoso nombre tienes, el mío es Kaithin - Le extendí mi mano hasta tomar la suya y estrecharlas. Esto marcaba el inicio de mi nueva vida.

- Por cierto tienes un collar muy bonito - Enunció antes de soltar un pequeña risa.

Espera, ella había dicho collar. No recuerdo haberme puesto ninguno. Guié mi vista hacia mi cuello, donde exactamente se encontraba un collar. Y no cualquier collar, era el mismo que aquella mujer me dio en el extraño sueño que tuve. Al parecer si tenía algo de real.