CAPÍTULO 18:
daphne
L
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legué por fin al lago
Rocaluz. Y pensé en cómo llamarla si metiéndome dentro del río o llamándola por
su nombre. La llamé por su nombre, no llevaba bañador.
–¡Daphne!
–la llamé– ¡Daphne! ¡Daphne!
De
repente un montón de lucecitas que salieron del lago se unieron formando el
cuerpo fantasmal de mi hermana.
–¡Bloom!
–dijo y ella intentó abrazarme pero su cuerpo atravesó el mío y fue imposible–.
Lo siento, olvidé que era un fantasma.
–Daphne,
debemos encontrar algo que haga recuperar tu cuerpo.
–Pero,
antes quiero enseñarte algo. Ven conmigo.
Abrió
un portal y me llevó a Domino.
–Daphne,
¿a dónde vamos?
–Al
castillo.
–Es
cierto, tu eres la princesa.
–Y tú
igual, Bloom. Y madre y padre, ¿donde están? –dijo algo preocupada.
–Están
en Magix.
–Bloom,
es hora de que sepas la verdad.
–¿Qué
verdad?
–Que
tus padres son los reyes, y tú y yo, las princesas.
–¿Qué?
–Sí,
Bloom. Nuestros padres perdieron la memoria al ir a la Tierra. Deben saber
quiénes son en realidad. No quiero correr el peligro de ser atacados de nuevo.
–Muy
bien, pues entonces, vayamos.
Daphne
abrió un portal, y tras explicárselo todo, los trajimos a Domino al igual que a
mi tío Mike y tía Vanessa.
–Debo
encontrar la forma de devolveos la memoria, pero, ¿cómo? –dijo Daphne.
De repente,
a Daphne le vino un fuerte dolor de cabeza que casi se desmaya.
–Hay
que ir a la sala de los espejos.
De
camino allí, Daphne nos fue contando:
–Allí
se muestra el pasado de Domino, en una hora lo habréis recordado todo y
volveremos a ser la familia que antes éramos, una familia muy, muy feliz.
–Claro
que sí, Daphne, seremos las mejores hermanas de todo el universo –dije.
–Por
supuesto, Bloom, y tendremos los mejores padres y tíos del mundo –dijo Daphne.
–No
sabía que tuviéramos unas hijas así, Oritel –dijo mi madre.
–Ni
yo que tuviéramos una hija mayor.
–Muy
pronto sí, padre –dijo Daphne–. Hemos llegado, esta es la sala de los espejos.
En una hora lo habréis recordado todo.
Daphne
parecía que estaba pensando o recitando en su cabeza algo por unos segundos
porque hasta que no terminó no se abrió la puerta. Los espejos empezaron a
narrar la historia de Domino, Marion, Oritel y yo. Después de una hora,
terminamos de conocer nuestro pasado.
–Ahora
debo completarlo con un hechizo que solo está en los Archivos Mágicos de la
biblioteca secreta–dijo Daphne– Vayamos.
Cogimos
una carroza y fuimos en modo de paseo ligero hasta allí. Era un monte, el monte
Rocaluz. Al llegar, Daphne la elevó.
IMAGEN
23
Daphne
abrió una puerta. Entramos y se veía todo muy hermoso. Pasamos a través de un
pasillo y llegamos al final de él. Daphne creo que recitó otra vez esas
palabras en su cabeza y agarró como un pomo que era invisible y abrió una
puerta. Entramos y se veía todo lleno de libros hasta arriba.
–Estos
son los archivos mágicos secretos de Domino. Buscaré el libro que necesito
–dijo Daphne mientras se elevaba hacia todas las estanterías revisando cada
libro–. De mientras, podéis ayudarme, vosotros mirad por abajo.
–Yo
te puedo ayudar por arriba –dije y me elevé gracias a un hechizo que nos
enseñaron en Alfea.
–Muy
bien, Bloom, pero cuando te restaure la memoria sabrás más hechizos –dijo
Daphne.
–¡Qué
bien! –exclamé.
–El
libro se llama ‘’Hechizos de Memoria’’.
Nos
pusimos a buscar, Daphne iba algo más rápida que los demás, pero después de las
últimas palabras de Daphne, el silencio dominó la sala.
–¿Crees
que es lo correcto, Daphne? –preguntó mi madre interrumpiendo el silencio.
–Sí,
madre, quiero que todo vuelva a la normalidad –respondió Daphne–. Si ese mago
malvado no se hubiera puesto en nuestro camino, nada de esto hubiera pasado, ni
estaríamos haciendo esto. Ahora mismo estaríamos comiendo en el comedor real. Y
yo no sería un fantasma. Ni siquiera puedo abrazaros –dijo y se le salieron las
lágrimas.
–Daphne,
nadie tuvo la culpa de esto –dijo mi tía Vanessa.
–Lo
sé, Vanessa –dijo Daphne entre lágrimas.
–Cuando
realices este hechizo, todo volverá a la normalidad –dijo Mike.
–Ya
lo verás –dijo Marion.
–¡Ahora
busquemos ese libro! –dijo mi padre entusiasmado.
–¡A
buscar se ha dicho! –exclamé.
–¡Sí!
–exclamó Daphne.
Después
de unos quince minutos de reloj…
–¡Sí!
¡Lo encontré! ¡Este es! –exclamó Daphne, todos nos giramos hacia ella y nos
acercamos–. ¿Estáis preparados?
–¡Sí!
–dijimos todos.
Daphne
leyó el libro para su mente y de vez en cuando decía alguna palabra rara en
latín. De repente, fue como si el tiempo se fuera, tenía la mente en blanco. Desperté,
seguía de pie, parecía haberme despertado de un largo sueño, pero no fue así.
–¿Lo
recordáis? ¿Ha funcionado? –preguntó Daphne muy impaciente.
CONTINUARÁ
¿Habrán recordado
todo? ¿Habrá funcionado el hechizo? ¿Cuál será el principal objetivo de la
familia, pero sobretodo de Bloom?
DESCÚBRIDLO EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO
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