Innumerevoli Lacrime: Una Promesa Rota | Cap. 3, Pt. 1: ¿Pesadilla O Visión?

Bloom y su hermana mayor Daphne salieron del castillo vestidas en sus vestidos de baile. No era una reunión real pero eran princesas y necesitaban verse presentables; no con ropa casual, o al menos así pensaba Daphne. Bloom siempre le recordaba que muchas cosas habían cambiado desde su muerte, pero Daphne era muy decidida y Bloom sólo espero que sus amigas también estuvieran en sus vestidos igual que ella. Las dos se dirigieron a la nave para ir a Solaria. Pero cuando Bloom estaba a punto de entrar, sintió un escalofrió, pero no sabía porque. Se quedo parada cerca a la puerta unos instantes.

     -Bloom, ¿estás bien? -preguntó Daphne en uno de los asientos. Bloom se sintió transportada a otro mundo unos segundos y volvió a la realidad al oír la voz de su hermana.

     -Sí, sí -respondió ella un poco avergonzada. Se sentó cerca de su hermana pero no hizo contacto con los ojos de ella. El recuerdo de Daphne encapuchada con la espada regresó a su mente.

     -Sabes, Bloom. Estás muy extraña -dijo Daphne. Bloom hacía ruido con la yema de sus dedos: estaba impaciente.

     -Estoy nerviosa, eso es todo -dijo Bloom bruscamente. Daphne suspiró y miró a través de la ventana de la derecha. Bloom miró a su hermana, y suspiró tratando de despejar su mente. ¿Por qué esto la tenía tan nerviosa? ¡Era sólo una simple reunión! Bloom volvió la cabeza hacia la ventana que estaba a su izquierda. Vio como el bosque pasaba veloz delante de ella.: los árboles, las plantas, los animales, los pájaros y algunos pixies...

     -Es tan mágico... -pensó Bloom. Pero sintió ese escalofrío y una espesa nube de humo alrededor de ella. Oyó una voz que murmuraba palabras inaudibles. La voz se oía lejana y remota pero tan cercana y familiar al mismo tiempo. Una mujer habló:

(Escuchar Mientras Leen)

¿Estás segura de que estás bien?

No era una voz generosa y preocupada; era una burlona, sarcástica...

Tú caerás. Y con ello, el futuro de Domino...

Parecía tan familiar. Pero no era Icy; ni Darcy ni Stormy...

¡Te destruiré...!

     La vista de Bloom se volvió borrosa y todo se volvió negro por unos instantes. Ella creyó ver fuego frente a ella. Parecía ser de noche. Algo parecido a un castillo en llamas apareció. Bloom se demoró un rato en saber que estaba viendo, pero al final lo descubrió.

      -¿...Cómo es posible? -murmuró Bloom para sus adentros. Porque frente a ella estaba el castillo de Domino en llamas, el fuego salía de todas partes y las columnas del castillo se volvían grises y se derrumbaban. La gente huía del desastre y pasaban cerca de Bloom pero no le prestaban atención o no estaba ahí como ella creía. Había mucho ruido.

     Soldados de Domino salían con sus armas salían a enfrentar a el ejército enemigo, pero Domino iba perdiendo y el enemigo parecía ser invencible. Sus soldados y caballos eran negros y hasta Bloom podía sentir la magia oscuro que ellos emitían. Y cuando uno los atacaba, se rompían en mil pedazos y aparecían en otra parte, ilesos; o al menos eso parecía.

     Los soldado de Domino morían, uno a uno; y aunque muchos seres mágicos se disponían a ayudar, era obvio que estaban perdiendo la batalla. Bloom miró de un lado a otro y todo era lo mismo: destrucción, fuego; y muerte.

     -Si todos están muriendo -empezó a susurrar Bloom a punto de romper el llanto-... ¿Dónde estoy yo? ¿Dónde están las Winx? -Ella se había dado cuenta que esto era una pesadilla (o una visión) y su otra yo tenía que estar cerca en alguna parte. No había terminado de decir la oración cuando una luz la cegó de repente y oyó un grito de una mujer. Bloom cayó al suelo, con algunos rasguños. Ella trató de levantarse, y en medio de todos los gritos de los habitantes de Domino oyó a alguien mencionar un hechizo... Un hechizo de magia buena.

     -¡Fuego del Dragón! -gritó la voz. Bloom sintió una explosión cerca de ella y se cubrió el rostro, con los codos apoyados en el suelo. Levantó la cabeza y en medio de todo el humo vio algo que la dejó fría...

     -Oh, no...