FanArt de fantazyme de deviantART
Bloom corrió dejando la habitación de su hermana mayor Daphne
mientras respiraba agitadamente.
-¿Por qué no lo
pensé antes? ¿Por qué? ¡Debió ser mi primer pensamiento al despertarme! -se
decía Bloom. Imágenes de las pesadillas aparecían una y otra vez con más
frecuencia que antes y hacían a Bloom tambalear o tropezar de vez en cuando-
Suerte que no hay nadie aquí. No podré herir a nadie.
Corriendo por el
pasillo vio a siete chicas frente a ella, pero ella cerró los ojos. Las chicas
se apartaron de su camino al verla pasar.
-¡Hey, Bloom! ¿Qué
te pasa? -gritó una voz.
-¡Bloom! -llamaron
otras voces. Pero Bloom no presto atención. Su mente estaba concentrada en una
sola cosa. Una sola cosa...
Ella corrió hasta
el salón de baile y paró mientras se tambaleaba y el mundo daba vueltas. Bloom
murmuraba cosas inaudibles y sin sentido, como respondiendo a las voces
malévolas que le susurraban. Se apoyó contra una columna y se dejó caer.
-¿Por qué rayos
tengo esa costumbre de dejarme caer contra las paredes? -jadeó Bloom
entrecerrando los ojos. Apoyó su cabeza sobre sus rodillas, con sus brazos
rodeándola y pensó... No oía pasos o voces que se acercaban, las Winx no la
seguían y seguramente estaban conversando sobre la conducta de Bloom. Como
siempre. Ahora a Bloom le parecía molestoso que sus amigas se preocuparan por
ella. ¡Por favor, tenía más de 25 años! Bueno, a decir verdad, hasta Bloom se
había olvidado su propia edad.
-¿Qué me pasa...?
-se susurró Bloom dejando que el sueño le ganara. Sus ojos se cerraron
completamente, esta vez sin ninguna imagen de la pesadilla, sus brazo izquierdo
se dejó caer lentamente.
Por alguna razón
su mano izquierda buscó apoyo y tanteó el suelo. Bloom aún seguía con los ojos
cerrados, imaginando cosas que tal vez nunca pasarían. Su mano sintió algo
suave y doblado. A pesar de recordar el dicho "La curiosidad mata al
gato", ella sentía que tenía que jalarlo para descubrir que era. La
tentación era muy fuerte, a pesar de que ella creía que tenía que tener cuidado
con todo, absolutamente todo. Agarró la cosa suave y doblada, lista para
jalarlo. Pero todas las cosas que habían pasado ayer volvieron a su mente. Se
estremeció. Bloom no quería quedarse toda su vida decidiendo si jalarla o no.
Ya a punto de dormirse, su mano lo jaló con mucha fuerza y algo suave y grande
cayó sobre su brazo y Bloom se cayó sobre algo que parecía una frazada.
Bloom tenía
muchas ganas de dormir, pero una vaga idea de lo que quería hacer hace unos
instantes volvió a su mente y se levantó trabajosamente. Se removió el cabello
pelirrojo que tenía frente a ella y vió que lo que había caído era una cortina
guinda de tamaño mediano.
-Pero qué
fuerza... -murmuró, aún con la vista un poco borrosa. Giró a la izquierda y vió
un atril y sobre el un libro abierto en la mitad. Todo en una pequeña
habitación que al parecer estaba cubierta por eso cortina que Bloom había
jalado. Bloom sacudió la cabeza y se dio una palmada en la frente- ¡Claro!
-exclamó- ¡Eso era lo que yo fui a buscar! ¡Cómo pude olvidarlo! -de repente el
fantasma de Bartelby apareció con las manos cruzadas.
-¿Está bien, su
alteza? -preguntó él.
-Sí, sólo un poco
olvidadiza -respondió Bloom alegremente. Pero su sonrisa se desvaneció y su
expresión se llenó de preocupación y angustia-. Pero necesito ver el libro.
Verá, muchas cosas pasaron ayer... O hace una semana, pero necesito ver el
futuro -Bartelby comprendió, asintió con la cabeza y extendió una mano para
indicarle a Bloom que podía pasar. Y ella así lo hizo con una pequeña sonrisa.
(Escuchar Mientras Leen)
Bloom se puso
frente al atril y pasó la hoja del libro. Pronto apareció una expresión de
confusión en el rostro de Bloom. Se volvió a Bartelby, que se había movido a un
rincón.
-¿Dónde empiezo?
-dijo en voz baja, como si alguien pudiera escucharla y la estuviera vigilando.
-Desde el
principio -respondió Bartelby calmadamente. Bloom lo miró confundida y fue a la
primera página. El libro era enorme y cuando parecía tener por lo menos 60
páginas, tenía más de 1000.
Al ir a la
primera página, Bloom vio garabatos sin sentido o significado que se
iluminaron, se juntaron y formaron una imagen: era de ella y Sky en su boda.
La primera vez que Bloom vio eso, botó el libro. Pero ahora
estaba en shock y boquiabierta. ¿Realmente iba a pasar?
-¿Este es mi
futuro? -preguntó Bloom sin voltear la cabeza. Sus manos temblaban ligeramente.
-Si lo dice el
libro, así será -dijo Bartelby. Bloom se preguntó cómo el podía saber de que
estaba ella hablando, porque el estaba lejos, pero cambió de tema y se
concentró completamente en el libro.
-Entonces me voy
a casar -suspiró Bloom con voz entrecortada. Volteó la página y pasó lo mismo
con las letras, pero esta vez formaron a ella y Sky alzando a una niña
pelirroja de 7 años en el parque de algo que parecía ser Gardenia. Los ojos de
Bloom se agrandaron -. Yo conozco a esa niña -dijo señalándola. Pero no dijo
nada más-. Mi hija... -pensó.
Ella fue a la
siguiente página y vio a las demás Winx con sus hijas e hijos. Bloom no dijo
una sola palabra, pero observó con mucha atención la foto. Habían nueve
adolescentes de por lo menos catorce o quince años junto con las Winx. Había
una pelirroja, una rubia, dos de pelo castaño, dos de piel morena, una de pelo
negro y mechones azul marino, una de pelo rosa y una de pelo marrón. Bloom
trató de descifrar quién era hija de quién, pero sintió que el tiempo apremiaba
y pasó a la siguiente página y a la siguiente rápidamente. Hizo su mejor
esfuerzo por memorizarse todas las fotos. Viendo cada página descifro su
futuro: Bloom y Sky se casarían y tendrían hijos al igual que las demás Winx.
Sus hijas serían la 2da Generación del Winx Club y también vencerían a sus
enemigos, pero más que nada pasarían tiempo en familia, ya que todos los
villanos se habían rendido.
Eso era lo único
que las fotos y garabatos sin sentido le podían decir. Bloom puso su mano sobre
una hoja del libro y suspiró.
-Cada página dice
y esconde tanto al mismo tiempo -murmuró cerrando los ojos. Se volvió a
Bartelby-. ¿No pueden decirme algo más?
-A medida que tu
vida vaya avanzando, este libro revelará más -respondió Bartelby-. Pero por
ahora, sólo revelará lo que cree necesario...
-Al menos dice
que tendré una familia -suspiró Bloom pero luego un nuevo pensamiento se le
ocurrió-. Per este libro sólo muestra las cosas que pasaran dependiendo de
nuestras decisiones, ¿verdad? Nos muestran las cosas buenas que pasaran si
elegimos el camino correcto... -Bloom se detuvo de golpe y tocó suavemente la
página del libro-. Entonces... ¿Qué cosas malas pasarán si elijo el camino
incorrecto...? -susurró.
-Nadie puede
saberlo -dijo Bartelby. Bloom se cubrió el rostro, el cansancio la estaba
venciendo. Por un momento le sorprendió que ya no tuviera pesadillas o imágenes
de ellas.
-¿Dónde están las
Winx? -dijo de repente. ¿Acaso ellas se habían olvidado de ella por completo?
Tal vez decidieron darle un poco de tiempo para calmarse, y ahora conversaban
sobre cosas de la vida. ¿...Pero cuánto duraría ese tiempo?
Apenas Bloom
había terminando de decir la oración, cuando ella oyó pasos lejanos que se
acercaban apresuradamente, y voces que charlaban y reían.
-Ah, siempre tan
oportuna -se dijo Bloom sarcásticamente. Dejó el libro en la pagina donde lo
había encontrado al entrar y salió de la pequeña estancia murmurando un
pequeño: "Gracias por todo" a Bartelby, que había desaparecido,
advirtiendo que Bloom no quería que sus amigas supieran que había visto el
futuro... Bueno, un aparte de el futuro.
Bloom miró la
cortina tirada en el suelo y se mordió el labio. Hasta ahora no podía creer que
ella tuvo tanta fuerza como para hacerlo caer al suelo así sin más. Ella
extendió su mano y unos pequeños brillos rodearon a la cortina, que se elevó.
En menos de 10 segundos, la cortina estaba como si nada hubiera pasado. Justo a
tiempo. Las Winx habían llegado.
-¡Bloom! ¡Ahí
estás! -gritó Stella y la abrazó fuertemente. Bloom trató de desprenderse.
-Eh, sí, sí, aquí
estoy -dijo Bloom actuando como si estuviera un poco confundida-. ¿Me perdí de
algo?
-Bueno, tu eres
la única que salió corriendo sin prestarnos la menor atención, nosotras somos
las que tenemos que preguntar: ¿de qué nos perdimos? -dijo Musa. Bloom tuvo
ganas de reír pero luego se dio cuenta de que hablaban en serio. Se dio una
palmada en la frente, recordando que había pasado cerca de ella sin prestarles
atención, como Musa había dicho. Bloom dio una pequeña risita.
-Ah, con que
ustedes eran esas chicas paradas ahí -mintió sacando a relucir sus habilidades
de actuación-. Perdón por eso, yo... Yo... Yo estaba... -su mente se puso en
blanco, no sabía que decir, estaba nerviosa y empezó a temblar recordando a
Daphne. Sus amigas se dieron cuenta y la animaron.
-Tranquila, está
bien -la animó Roxy.
-Olvídate de eso,
¡porque ya vamos a divertirnos! -exclamó Stella y todas rieron.
-Ja, si te
entendí, Stella -bromeó Bloom, sintiendo que el cansancio la dejaba-. Y bien
-empezó a decir, poniéndose más seria-, ¿a dónde vamos?
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