EDIT: He agregado imágenes. (Lamento que no sean muchas)
Daphne apenas había dejado la puerta de su
habitación cuando sintió un fuerte dolor en el pecho. Apoyó su mano en la
pared, con el otro brazo rodenado su estómago para hacer el dolor parar. Pero
no podía. No era dolor muscular, o algún otro que viniera del cuerpo de uno, lo
que Daphne no sabía era que eso era un dolor más diferente y raro de lo que
ella misma imaginaba.
-Probablemente el súbito movimiento brusco
empezó este dolor –pensó ella. No podía siquiera pararse, y se sentía tal como
lo había hecho cuando Bloom la había herido con aquella enorme llama ardiente. Daphne
pudo sentir como su forma fantasmal volvía a ella. La máscara casi invisible
sobre su rostro volvió a su respectivo lugar, al igual que el vestido dorado,
ambos casi invisibles. Estaba muriendo una vez más.
El dolor se hacía más insoportable cada vez
más, y Daphne estaba demasiada débil como para usar aquel hechia
teletransportar en aquellos momentos. Volvió a su propia habitación lentamente,
para luego echarse de nuevos sobre su cama y dejar el dolor pasar y así luego
intentar ir a la habitación de Bloom, porque ella estaba decidida a evitar que
su hermana menor fuera a caer en una trampa, si iba a haber una. Se metió en un
profundo sueño, y el dolor poco a poco empezó a desaparecer, pero Daphne no se
iba a despertar a tiempo.
Pero Daphne no estaba en la mente de Bloom y
sus amigas, al menos por el momento, pues ahora todas ellas se estaban
divirtiendo conversando acerca de cosas de adolescentes, tal como el pasado. Ya
habían elegido un atuendo para Bloom, conformado por un vestido azul marino con
volados turquesas y celestes, llevando encima una curiosa casaca blanca con
garabatos morados y verdes y botones en forma de corazón.
(FanArt por ESerna de deviantART)
-¡Aaw! ¡Te ves tan linda! –exclamó Stella en
el momento que su mejor amiga se había puesto el atuendo encima. Ella rió como
respuesta y luego el tema fue cambiado y habalar acerca de aquella vez que
habían asistido a la boda de Cassandra y el rey Radius en Solaria. Todas
creyeron que aquella conversación iba a enfurecer a Stella, pero ella sabiendo
que Cassandra y Chimera estaban lejos de ella y no podían hacerle ningún daño,
reía alegremente al igual que las demás.
Y fue entonces cuando todas preguntaron
cuando sería que Sky recogería a Bloom.
-A las ocho –respondió ella tranquilamente,
echandole una rápida ojeada al reloj en su pared. Cuatro y media. Aún había
tiempo. Mucho, mucho tiempo.
-Oye, Bloom, ¿y cómo está Daphne? –preguntó
Roxy, una de las Winx que más se había encariñado con la ninfa.
-Ah –dijo Bloom, sin saber muy bien qué
responder-. Está bien...
-¿Bien? –repitió Musa-. ¿Eso es todo?
-Bueno, ¿qué quieren que les diga? No
siempre la visito todos los días.
-Pero deberías. ¡Apenas han pasado dos días
desde el “incidente”!
-¡Lo sé, lo sé!
-¿Y entonces?
-¡Espera! –interrumpió Stella- ¿¡Ya han
pasado dos días!?
-Calla, Stella. No entiendo lo que quieres
decir, Musa.
-Lo que digo es que han pasado apenas dos
días desde que “ya-sabes-qué” y tendrías que decir algo más que un “está bien”,
es tu hermana después de todo.
-¿Entonces si fuera Diaspro sería diferente?
-Emm... –dijo Stella de nuevo-. Yo creó que
dirías que está muerta cuando...
-Stella, calladita te ves más bonita. Bueno,
entonces Daphne ha estado ayer con su versión fantasmal dentro de ella, pero
luego se ha mejorado mucho más rápido de lo que esperaba. ¿Feliz, Musa?
-No.
-Perfecto. He terminado –rió Bloom-. ¿Qué
hora es? –preguntó casi inmediatamente. Miró el reloj-. Ah, apenas han pasado
dos minutos...
-En serio estás desesperada –murmuró Aisha.
-¿Perdona, qué dijiste? –sonrió Bloom
siguiéndole el juego.
-Nada, que en velo estoy destranformada.
-Vaya, qué profundo –murmuró Stella.
-Y ahora son las cuatro y treinta y tres
–dijo Bloom-. ¡Vaya que me gustaría que el tiempo pasará más rápido!
-Sí, di eso cuando estés cerca de la vejez
–dijo Stella, y todas empezaron a reír.
(Escuchar Mientras Leen)
Pero mientras todas las Winx reían a
carcajadas y conversaban como si no hubiera mañana, Daphne estaba dormida en su
habitación, y sus sueños no eran para nada placenteros. Puede que su dolor
ahora disminuía, pero el mensaje que aquella pesadilla que ahora estaba viendo
tenía no era muy agradable.
Dentro de su sueño todo era oscuro, tal como
el anterior con el dragón. Daphne sintió un escalofrío recorrer su espalda, y
sintió miedo estando atrapada en aquel gran velo de oscuridad. No sabía que
hacer para salir de ahí. Solo tenía que esperar, para dejar el peligro
acercarse a ella y destruirla. No sabía si estaba ciega, si estaba sorda o
ambos, porque todo lo que oía era el sonido del silencio, que parecía detestar
ser disturbado; y lo única que veía era oscuridad, negro y la nada.
GID de DW de consultingcapaldi de tumblr (Imagen que ella es Daphne)
Entonces tuvo el terrible presentimiento de
que alguien la observaba. Otra vez. Daphne miraba a un lado y otro, esperando
ver a aquel que la vigilaba cautela, observando cada uno de sus movimientos y
decisiones, pero lo único con lo que se encontraba era la nada. Parecía un
sueño que no tenía fin, como si ella nunca llegara a despertar a ver la luz del
día una última vez.
El miedo empezó a dominarla, y Daphne trató
de gritar y pedir ayuda, pero las únicas palabras que dejaron su boca fueron
las del silencio. Pronto descurbió que ella no podía hablar ni decir una sola
palabra. No tenía voz. No podía ver, ni oír, ni hablar. Daphne entonces tuvo
ganas de llorar. Pero las lágrimas no se salían de sus ojos ni se resbalaban
por sus mejillas. Por más que intentaba, ella no podía dejar una lágrima caer.
No podía llorar.
(Escuchar Mientras Leen)
-¿Qué se siente ser así? –resonó una voz
grave y malvada en la mente de Daphne-. ¿Qué se siente no poder ver, ni oír, ni
hablar, ni llorar?
Daphne quería responderle a aquella
criatura, pero no podía. Por más que intentaba ningún sonido o voz dejaba sus
labios. Ni siquiera sabía donde aquel que le había hablado se encontraba.
-Oh, no seas tonta, yo no he dicho nada –oyó
de nuevo la voz burlona-. Yo estoy en tu mente, y por eso tú me puedes oír. Yo
puedo leer cada uno de tus pensamientos aquí.
Daphne sintió un escalofrío, y miró
inconscientemente a su izquierda. Para su horror, allí estaba aquel dragón
oscuro con el que antes se había encontrado en el anterior sueño, con su boca
abierta a unos centímetros de la cabeza de Daphne, revelando sus dientes
afilados. Los ojos de Daphne se agrandaron, pero no intentó gritar ni huir.
Sabía que no iba a servir de nada porque ella estaba atrapada dentro de aquella
pesadilla.
-Tú no te ves asustada –se burló el dragón,
pero su boca no hizo movimiento alguno. El estaba en lo correcto, Daphne sólo
lo podía “oír” en sus pensamientos-. Ah, vamos, di algo. Yo escucho todo lo que
tu piensas.
Daphne vaciló al principio, pero supo que
era inútil intentar hacer cualquier otra cosa. -¿Dónde estoy? –fue lo primero que pensó-.
¿Por qué todo es tan oscuro, y por qué puedo verte a ti?
-Estás en una de tus pesadillas. Esto es lo
que tu temes; aquí se encuentran todas las cosas que tu odias, y todas las
cosas que te aterran. Y al parecer tu le temes a la oscuridad, ya que todo es
oscuro y no puedes ver. Tu mundo está hecho solamente de niebla y almas
solitarias. Tu opinión no cuenta entre tus amigos, no puedes hablar, lo que digas
pasará inadvertido. Si pides ayuda, nadie vendrá a salvarte. Y si quieres
llorar, no podrás, porque tu vives detrás de una máscara. Anhelas ser como tu
hermana menor: libre, alegre, sonriente. Pero no puedes. Tú solo puedes llorar
y lamentarte, y cuando quieres derramar una lágrima, no puedes pues tu no
quieres ser así. Escondes tus sentimientos y eres alguien que no eres. Tu
puedes verme y yo puedo escuchar tus pensamientos, porque eso es lo que temes.
Y eso es lo que pasa en la realidad.
-¡Basta, eso no es así! –le interrumpió
Daphne, sin saber que sentir o decir-. ¡Mi opinión si cuenta entre los demás!
Yo fui la que ayudó y aconsejó a mi hermana, yo fui la que ayudó a sus amigas
cuando ellas lo necesitaban, ¡yo si soy importante!
-Oh, yo nunca dije que eso estaba pasando ahora. Le temes a la oscuridad, sí. No
quieres ser tú, sí. Puedes verme, sí. Tu opinión por ahora cuenta, pero pronto
llegará el momento en que nadie te oirá, serás invisible y todos te olvidarán.
Tú no eres nadie.
-¿Por qué te concentras tanto en atacarme a
mí y a mi familia? –gritó Daphne, al menos en sus pensamientos-. ¿Qué te hemos
hecho alguna vez en nuestras vidas? ¡Ni siquiera sé quien eres!
-¿Qué me han hecho? Oh, ustedes no me han
hecho nada. En realidad, ustedes son gente insignificante para mí, gente en la
que apenas debería perder mi tiempo. Pero hay alguien que sí es importante, y
mucho. No es tu hermana menor, no me importa el poder de la Llama del Dragón
que vive en ella, su poder es apenas un grano de arena comparado con el mío. No
eres tú ni tu familia, ni tus amigos. Es algo más, mucho, mucho más
importante... Tú no sabías, ni sabes, ni nunca sabrás quien soy. Y es mejor
así. Yo prefiero que la gente crea que no existo, a que tener a todo esos inútiles
soldados atacandome cada día. No soy tan estúpido como esos villanos que tu
hermana destruyó. Ellos solo querían dominar el mundo. Yo también, pero también
deseo algo más.
-Si eres tan poderoso, e incluso más que
Bloom, ¿por qué no matarnos ya? –replicó Daphne, tratando de enfrentar a su
adversario.
-Oh, eso me encantaría. Pero no, yo tengo mi
propia manera de destruir a mis enemigos y a aquellos que alguna vez se
interponen en mi camino... Primero ellos tratan de detenerme, y es ahí cuando planeó
como matarlos. Luego, poco a poco, lentamente, voy cambiándolos, manipulando
sus corazones débiles, corropiendo sus almas, volviédolos locos; haciendo todas
sus pesadillas realidad. Yo los hago sufrir, yo les hago saborear el dolor
lentamente, para hacer que se arrepientan más y más de haberse rebelado contra
mí. Pronto se verán lejos de su familia, de sus amigos, hambrientos, sedientos,
abandonados, maltratados... Y entonces ellos terminarán el trabajo por mí.
-¿Qué quieres decir? –preguntó Daphne, que
no sabía muy bien como reaccionar a aquel discurso, ni sabía cómo se sentía en
el interior en ese instante.
-Estás dudando –dijo el dragón oscuro-. Sí,
estás dudando. No sabes muy bien qué sentir. Bien. Que siga así.
-¿Qué, espera, qué? –balbuceó la ninfa, esta
vez sintiendo la preocupación llegar a su corazón -¿Qué significa aquello que
dijiste? –ahora que ella estaba deseando una respuesta, su miedo al dragón se
había esfumado como polvo al viento. Y no solo eso, Daphne ahora tenía muchas
cosas en que pensar, pero para ella todo lo que el dragón le había contado no
tenía sentido, y por más que intentaba descrifrar el por qué él sentía tanto
odio hacia los herederos de Domino, la solución no llegaba a ella. Pero el
dragón no aclaró sus dudas cuando ella más lo necesitaba, y se volvió,
alejándose de ella con rapidez-. ¡Espera! –lo llamó Daphne, tratando de hablar
a través de sus labios por accidente, pero nada se oyó salir de su boca-.
¡Espera! ¡Necesito que me respondas! ¡Respóndeme! ¿¡Qué quieres decir!?
-Todo a su tiempo –oyó al dragón negro
susurrar-. Todo a su tiempo. Deberías preocuparte más en aquella cita que tu
hermana menor va a tener con ese tal príncipe. Uno nunca sabe las cosas
repentinas que pueden suceder en aquellos eventos.
-Espera, ¿cómo sabes que ella...? –pero antes
de que Daphne pudiera terminar (de pensar) su oración, su sueño fue sacudido,
literalmente. Lo que había parecido la oscuridad y la nada antes, ahora parecía
una habitación negra en la que ella estaba encerrada, ya que el “piso” se
sacudió y escombros de piedra u otro material cayeron de lo que parecía el
“techo”. Era casi como un terremoto, en la oscuridad. El dragón aprovechó aquel
momento en el Daphne cayó al suelo, y después de haberse parado trabajosamente,
ella descubrió que el dragón ya había desaparecido de su vista. Pero antes de
que pudiera hacer cualquier otro movimiento, sus ojos se abrieron, sus oídos
pudieron oír, pudo sentir que ahora podía hablar; y tambié llorar. Había
despertado.
(Escuchar Mientras Leen)
Lo primero que hizo cuando se despertó fue
abrir las cortinas. Y con lo único que se encontró fue el cielo azul y
estrellado de la noche.
-Oh no –susurró Daphne, sus ojos
agrandándose. Cerró las cortinas y revisó la hora del reloj: ocho y dieciséis.
Daphne salió corriendo de su habitación
inmediatamente. El dolor en el pecho volvió, esta vez no tan fuerte como antes,
pero eso no iba a pararla ahora. “Ya es demasiado tarde” pensaba “¿Y ahora qué
haré? ¿Qué le pasará a Bloom?”. Llegó a la habitación de su hermana menor y
abrió la puerta, esperando encontrarse con ella y así advertirle del peligro
que ella corría. Pero no fue así.
Dentró de la habitación encontró a todas las
Winx, pero ningún rastro de la líder del grupo. Entonces fue cuando Daphne
realizó que había llegado demasiado tarde. Se imaginó todos los posibles
escenarios de cómo terminaría la cita, si bien o mal, y todos le decían que iba
acabar en un desastre total. Desde Sky mismo alzando la mano contra Bloom hasta
una criatura mística apareciendo de la nada a comérsela, no había ninguna
manera en la que su hermana pudiera protegerse por su cuenta. Necesitaría
ayuda, y alguien que le dijera cuál era la verdadera amenaza, y esa sería
Daphne, la única que está enterada de la dolorosa verdad.
-Oigan chicas, ¿adónde fue Bloom? –preguntó
Daphne a las Winx antes de que alguien dijera una sola palabra. Pero ella se
sintió tan feliz de tener su querida voz de vuelta, realmente la gente no podía
vivir sin hablar.
-¡Oh, Daphne! ¡Estás bien! –exclamó Roxy.
-Si, si, si, ¿ahora podrían responder a mi
pregunta por favor? –insistió Daphne con una falsa sonrisa. Ella si estaba feliz
de ver a las Winx de nuevo (aunque fuera después de dos días) pero por el
momento ella tenía prisa y aparentemente no había tiempo que perder. Sentía que
esto era una carrera contrarreloj.
-Ah, bueno, si estás muy apurada, fue a una
cita con Sky –respondió Flora amablemente, mientras abrazaba una almohada con
forma de pato amarillo.
-Sí, eso si lo sé, ¿pero a dónde
exactamente?
-En realidad, ni sabemos –dijo Aisha.
-Tal vez un restraurante. O un bosque de
flores, o una colina, o incluso el mismo cielo estrellado–le dijo Stella-.
Quién sabe, es Sky de quien estamos hablando, la persona que siempre tien un az
bajo la manga.
(Escuchar Mientras Leen)
-Eh, bueno, gracias chicas, hasta luego –se
despidió Daphne, para luego cerrar la puerta y concentrarse en comunicarse con
Bloom. Ambas hermanas habían nacido con una curiosa forma de comunicarse con la
otra, al menos Daphne por el momento, pues Bloom aún tenía que aprender aquel
hechizo de manera correcta. A eso lo llamaban “Comunicación Telepática”, ya que
se podía usar para hablar entre ellas a través de sueños, o visiones, o en
cualquier momento, usando los pensamientos de la mente. Se podían ver la una a
la otra en las visiones, y podían tocarse, aunque a veces la mano traspasaba el
cuerpo. Lo último nunca había sido un grave problema, excepto cuando ambas
princesas de Domino querían abrazarse- Bueno, ahora ha llegado la hora –pensó
Daphne, cerrando los ojos. Pensó en la “Comunicación Telepática” y en Bloom, y
pudo ver en su mente a su hermana sentada junto a Sky sobre el pasto, mirando
las estrellas mientras ambos se agarraban de las manos. Daphne pensó que
aquello era muy tierno y romántico, pero recordando todo lo que aquel dragón de
sus pesadillas había dicho acerca de las debilidades de Bloom, su corazón se
endureció, cerró los ojos y puños con fuerza; y trató de concentrarse más en el
hechizo.
Daphne pudo sentirse entonces como si ella
estuviera en realidad presente en el lugar. Pero en el fondo sabía que, a pesar
de todo se veía tan realístico, sólo era una simple ilusión usada para
comunicarse con la otra persona. Se acercó a su hermana y la llamó. Ella se
levantó de mala gana, dejando a Sky a observar el fundamento solo, y se acercó
a Daphne.
-¿Qué quieres? ¿Qué pasa? –preguntó Bloom, y
Daphne pudo notar un ligero tono de brusquedad en su voz- ¿Acaso las Winx (o
Stella) han hecho una locura y destruido mi habitación? También, sí que te has
recuperado bien rápido de aquella... Herida que te hice...
-...Hay algo que tengo que decirte –dijo
Daphne con dificultad luego de un silencio incómodo.
-¿Qué es? –dijo Bloom, mostrándose un tanto
preocupada-. ¿Algo malo pasó? –Pero Daphne no respondió, ya que estaba
concentrada pensando en qué rayos podía decirle a Bloom sobre aquel sueño que
había tenido hace un momento, y todas las cosas que el dragón oscuro había
dicho sobre ella, sin que esto la hiriera gravemente en el corazón.
-Yo... –empezó a decir Daphne, aún
pensando-. No lo sé... –fue entonces cuando vio a su hermana a los ojos, y vio
algo más. Azul turquesa, redondos, llenos de vida, así siempre los había visto,
los ojos de Bloom. Pero esta vez vio algo completamente diferente: vio miedo en
ellos. Una joven niña que cree en las fantasías y cuentos de hadas, una chica
libre y soñadora, que sueña con tener su propio final feliz y también su
príncipe azul. Pero que ahora, después de haber conseguido todo lo que alguna
vez deseó, ve como su mundo se va derrumbando, poco a poco... Lentamente.
Daphne sabía como Bloom se sentía, o al
menos deseaba saber, y no quería herirla más de lo que ya estaba, pero tenía
que advertirle, tenía que terminar su cita con Sky y volver a casa antes de
fuera demasiado tarde. No sabía si esta era ahora la decisión correcta, si era
un engaño o una trampa, pero las palabras del dragón la confundían. Pero viendo
los ojos de Bloom, cambio lentamente de opinión, ya que viéndola tan feliz con
su pareja y recordando todo lo que habían pasado ambos, su corazón se
dulcificó.
-¿Daphne? –preguntó Bloom.
Daphne se quedó callada unos instantes,
ahora sin pensar en qué forma advertirle a Bloom de la amenaza sobre ambas,
sino sobre una excusa lo suficientemente creíble para no despertar ninguna
sospecha en ella.
-Tus amigas querían saber como estaban –dijo-.
Sé que no es muy importante, pero están un tanto preocupadas, no sé.
-Ah –dijo Bloom alzando una ceja-. Bueno,
estoy cerca del lago Rocaluz con Sky, si eso les interesa. Diles que estamos
mirando las estrellas juntos. Y que estoy bien... Junto con Sky siempre me
siento segura.
-Lo haré –fue lo único que dijo Daphne.
Ambas se despidieron y Bloom se alejó de ella para luego sentarse junto a Sky,
como si nada hubiera pasado. Daphne sonrió al verlos: dos tortolitos muy, pero
muy enamorados. Se alegró al saber que su hermana había encontrado al amor de
su vida, y se preguntó si ella misma lo haría también-. Algún día –pensó.
Estaba ya decidida a irse y dejar la ilusión, cuando de repente pudo notar un
resplandor blanco detrás de ella, y luego oyó el sonido de un trueno. Se volteó
inmediatamente, y vio que Bloom y Sky ya no estaban ahí sentados observando las
estrellas, y que el lago Rocaluz ya no era el mismo.
(Escuchar Mientras Leen)
Porque lo que antes era agua ahora era
fuego. El lago se estaba quemando (si eso era posible) y las llamas se alzaban
contra el cielo. Las nubes habían cubierto las estrellas y la luna, y los
relámpagos caían del cielo continuamente, siempre seguido con el trueno, que
sacudía el lugar. Habían también ráfagas de viento muy fuertes, que mecían las
hojas de los árboles violentamente y obligaban a Daphne a retroceder. Esto ya
no era la ilusión que Daphne había usado para comunicarse con Bloom, esto ya
era una pesadilla.
-Grave error –dijo una grave voz, seguido de
un gran eco que hizo el piso temblar.
-¿¡Quién rayos eres!? –gritó Daphne, pues el
viento se llevaba su voz con él-. ¡Para ya!
-Yo soy el Que No Existe –dijo una voz que
venía del bosque, del cielo, del lago, de la tierra; de todas partes-. Yo soy
el Manipulador de Corazones, el Corrompe Almas, el Traidor, el que Se Esconde
en Medio de las Sombras... Y tú nunca, nunca me descubrirás.
Unas lágrimas rodaron por las mejillas de
Daphne, mientras ella observaba el lago quemarse, los árboles siendo arrancados
de su superficie, y los relámpagos y truenos caer del cielo. Este era el fin,
ahora que tenía una idea de a quién se enfrentaba, estaba totalmente segura de
que ni ella ni sus amigas ni su hermana ni todos los ejércitos del Universo
Mágico podían contra aquella nueva amenaza. Si esto era lo que podía hacer
usando simples hechizos, ¿qué era lo que haría si usara su verdadore y
peligroso poder?
4 comentarios:
Está buenísimo!
Y ahora me quedé con tantas dudas para el otro capitulo:
Donde está Bloom?, El dragón podrá vencer a las winx?
Por que está tan interesado en Daphne?
Y Daphne saldrá de allí?
Tú nove está genial, Espero que puedas publicar pronto el sigiente capitulo.
FloraFlower
Wow, wow! Cuántas preguntas! xD
Gracias, trataré de publicar el capi esta semana! Y si no... Entonces la próxima semana! X3
Emm... Me gusto mucho la nove pero mas el soundtrack
Hacemos un trato?
Me escribes a mi correo (velo en mi perfil) y enviame el nombre de las canciones que usas, y yo te pasare algunas!
Vale?
AvatarRoxy
Jaja, claro no hay problema! :) Aunque son muchas...
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