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Innumerevoli Lacrime: Una Promesa Rota | Cap. 12, Pt. 1: Arruinada Por Tu Hermana

22/3/14
  EDIT: He agregado imágenes. (Lamento que no sean muchas)

 Daphne apenas había dejado la puerta de su habitación cuando sintió un fuerte dolor en el pecho. Apoyó su mano en la pared, con el otro brazo rodenado su estómago para hacer el dolor parar. Pero no podía. No era dolor muscular, o algún otro que viniera del cuerpo de uno, lo que Daphne no sabía era que eso era un dolor más diferente y raro de lo que ella misma imaginaba.                                                                                                                                 
   -Probablemente el súbito movimiento brusco empezó este dolor –pensó ella. No podía siquiera pararse, y se sentía tal como lo había hecho cuando Bloom la había herido con aquella enorme llama ardiente. Daphne pudo sentir como su forma fantasmal volvía a ella. La máscara casi invisible sobre su rostro volvió a su respectivo lugar, al igual que el vestido dorado, ambos casi invisibles. Estaba muriendo una vez más.
   El dolor se hacía más insoportable cada vez más, y Daphne estaba demasiada débil como para usar aquel hechia teletransportar en aquellos momentos. Volvió a su propia habitación lentamente, para luego echarse de nuevos sobre su cama y dejar el dolor pasar y así luego intentar ir a la habitación de Bloom, porque ella estaba decidida a evitar que su hermana menor fuera a caer en una trampa, si iba a haber una. Se metió en un profundo sueño, y el dolor poco a poco empezó a desaparecer, pero Daphne no se iba a despertar a tiempo.
   Pero Daphne no estaba en la mente de Bloom y sus amigas, al menos por el momento, pues ahora todas ellas se estaban divirtiendo conversando acerca de cosas de adolescentes, tal como el pasado. Ya habían elegido un atuendo para Bloom, conformado por un vestido azul marino con volados turquesas y celestes, llevando encima una curiosa casaca blanca con garabatos morados y verdes y botones en forma de corazón.

(FanArt por ESerna de deviantART)
   -¡Aaw! ¡Te ves tan linda! –exclamó Stella en el momento que su mejor amiga se había puesto el atuendo encima. Ella rió como respuesta y luego el tema fue cambiado y habalar acerca de aquella vez que habían asistido a la boda de Cassandra y el rey Radius en Solaria. Todas creyeron que aquella conversación iba a enfurecer a Stella, pero ella sabiendo que Cassandra y Chimera estaban lejos de ella y no podían hacerle ningún daño, reía alegremente al igual que las demás.
   Y fue entonces cuando todas preguntaron cuando sería que Sky recogería a Bloom.
   -A las ocho –respondió ella tranquilamente, echandole una rápida ojeada al reloj en su pared. Cuatro y media. Aún había tiempo. Mucho, mucho tiempo.
   -Oye, Bloom, ¿y cómo está Daphne? –preguntó Roxy, una de las Winx que más se había encariñado con la ninfa.
   -Ah –dijo Bloom, sin saber muy bien qué responder-. Está bien...
   -¿Bien? –repitió Musa-. ¿Eso es todo?
   -Bueno, ¿qué quieren que les diga? No siempre la visito todos los días.
   -Pero deberías. ¡Apenas han pasado dos días desde el “incidente”!
   -¡Lo sé, lo sé!
   -¿Y entonces?
   -¡Espera! –interrumpió Stella- ¿¡Ya han pasado dos días!?
   -Calla, Stella. No entiendo lo que quieres decir, Musa.
   -Lo que digo es que han pasado apenas dos días desde que “ya-sabes-qué” y tendrías que decir algo más que un “está bien”, es tu hermana después de todo.
   -¿Entonces si fuera Diaspro sería diferente?
   -Emm... –dijo Stella de nuevo-. Yo creó que dirías que está muerta cuando...
   -Stella, calladita te ves más bonita. Bueno, entonces Daphne ha estado ayer con su versión fantasmal dentro de ella, pero luego se ha mejorado mucho más rápido de lo que esperaba. ¿Feliz, Musa?
   -No.
   -Perfecto. He terminado –rió Bloom-. ¿Qué hora es? –preguntó casi inmediatamente. Miró el reloj-. Ah, apenas han pasado dos minutos...
   -En serio estás desesperada –murmuró Aisha.
   -¿Perdona, qué dijiste? –sonrió Bloom siguiéndole el juego.
   -Nada, que en velo estoy destranformada.
   -Vaya, qué profundo –murmuró Stella.
   -Y ahora son las cuatro y treinta y tres –dijo Bloom-. ¡Vaya que me gustaría que el tiempo pasará más rápido!
   -Sí, di eso cuando estés cerca de la vejez –dijo Stella, y todas empezaron a reír.
(Escuchar Mientras Leen)

   Pero mientras todas las Winx reían a carcajadas y conversaban como si no hubiera mañana, Daphne estaba dormida en su habitación, y sus sueños no eran para nada placenteros. Puede que su dolor ahora disminuía, pero el mensaje que aquella pesadilla que ahora estaba viendo tenía no era muy agradable.
   Dentro de su sueño todo era oscuro, tal como el anterior con el dragón. Daphne sintió un escalofrío recorrer su espalda, y sintió miedo estando atrapada en aquel gran velo de oscuridad. No sabía que hacer para salir de ahí. Solo tenía que esperar, para dejar el peligro acercarse a ella y destruirla. No sabía si estaba ciega, si estaba sorda o ambos, porque todo lo que oía era el sonido del silencio, que parecía detestar ser disturbado; y lo única que veía era oscuridad, negro y la nada.
GID de DW de consultingcapaldi de tumblr (Imagen que ella es Daphne)
   Entonces tuvo el terrible presentimiento de que alguien la observaba. Otra vez. Daphne miraba a un lado y otro, esperando ver a aquel que la vigilaba cautela, observando cada uno de sus movimientos y decisiones, pero lo único con lo que se encontraba era la nada. Parecía un sueño que no tenía fin, como si ella nunca llegara a despertar a ver la luz del día una última vez.
   El miedo empezó a dominarla, y Daphne trató de gritar y pedir ayuda, pero las únicas palabras que dejaron su boca fueron las del silencio. Pronto descurbió que ella no podía hablar ni decir una sola palabra. No tenía voz. No podía ver, ni oír, ni hablar. Daphne entonces tuvo ganas de llorar. Pero las lágrimas no se salían de sus ojos ni se resbalaban por sus mejillas. Por más que intentaba, ella no podía dejar una lágrima caer. No podía llorar.
(Escuchar Mientras Leen)

   -¿Qué se siente ser así? –resonó una voz grave y malvada en la mente de Daphne-. ¿Qué se siente no poder ver, ni oír, ni hablar, ni llorar?
   Daphne quería responderle a aquella criatura, pero no podía. Por más que intentaba ningún sonido o voz dejaba sus labios. Ni siquiera sabía donde aquel que le había hablado se encontraba.
   -Oh, no seas tonta, yo no he dicho nada –oyó de nuevo la voz burlona-. Yo estoy en tu mente, y por eso tú me puedes oír. Yo puedo leer cada uno de tus pensamientos aquí.
   Daphne sintió un escalofrío, y miró inconscientemente a su izquierda. Para su horror, allí estaba aquel dragón oscuro con el que antes se había encontrado en el anterior sueño, con su boca abierta a unos centímetros de la cabeza de Daphne, revelando sus dientes afilados. Los ojos de Daphne se agrandaron, pero no intentó gritar ni huir. Sabía que no iba a servir de nada porque ella estaba atrapada dentro de aquella pesadilla.
   -Tú no te ves asustada –se burló el dragón, pero su boca no hizo movimiento alguno. El estaba en lo correcto, Daphne sólo lo podía “oír” en sus pensamientos-. Ah, vamos, di algo. Yo escucho todo lo que tu piensas.
   Daphne vaciló al principio, pero supo que era inútil intentar hacer cualquier otra cosa.   -¿Dónde estoy? –fue lo primero que pensó-. ¿Por qué todo es tan oscuro, y por qué puedo verte a ti?
   -Estás en una de tus pesadillas. Esto es lo que tu temes; aquí se encuentran todas las cosas que tu odias, y todas las cosas que te aterran. Y al parecer tu le temes a la oscuridad, ya que todo es oscuro y no puedes ver. Tu mundo está hecho solamente de niebla y almas solitarias. Tu opinión no cuenta entre tus amigos, no puedes hablar, lo que digas pasará inadvertido. Si pides ayuda, nadie vendrá a salvarte. Y si quieres llorar, no podrás, porque tu vives detrás de una máscara. Anhelas ser como tu hermana menor: libre, alegre, sonriente. Pero no puedes. Tú solo puedes llorar y lamentarte, y cuando quieres derramar una lágrima, no puedes pues tu no quieres ser así. Escondes tus sentimientos y eres alguien que no eres. Tu puedes verme y yo puedo escuchar tus pensamientos, porque eso es lo que temes. Y eso es lo que pasa en la realidad.
   -¡Basta, eso no es así! –le interrumpió Daphne, sin saber que sentir o decir-. ¡Mi opinión si cuenta entre los demás! Yo fui la que ayudó y aconsejó a mi hermana, yo fui la que ayudó a sus amigas cuando ellas lo necesitaban, ¡yo si soy importante!
   -Oh, yo nunca dije que eso estaba pasando ahora. Le temes a la oscuridad, sí. No quieres ser tú, sí. Puedes verme, sí. Tu opinión por ahora cuenta, pero pronto llegará el momento en que nadie te oirá, serás invisible y todos te olvidarán. Tú no eres nadie.
   -¿Por qué te concentras tanto en atacarme a mí y a mi familia? –gritó Daphne, al menos en sus pensamientos-. ¿Qué te hemos hecho alguna vez en nuestras vidas? ¡Ni siquiera sé quien eres!
   -¿Qué me han hecho? Oh, ustedes no me han hecho nada. En realidad, ustedes son gente insignificante para mí, gente en la que apenas debería perder mi tiempo. Pero hay alguien que sí es importante, y mucho. No es tu hermana menor, no me importa el poder de la Llama del Dragón que vive en ella, su poder es apenas un grano de arena comparado con el mío. No eres tú ni tu familia, ni tus amigos. Es algo más, mucho, mucho más importante... Tú no sabías, ni sabes, ni nunca sabrás quien soy. Y es mejor así. Yo prefiero que la gente crea que no existo, a que tener a todo esos inútiles soldados atacandome cada día. No soy tan estúpido como esos villanos que tu hermana destruyó. Ellos solo querían dominar el mundo. Yo también, pero también deseo algo más.
   -Si eres tan poderoso, e incluso más que Bloom, ¿por qué no matarnos ya? –replicó Daphne, tratando de enfrentar a su adversario.
   -Oh, eso me encantaría. Pero no, yo tengo mi propia manera de destruir a mis enemigos y a aquellos que alguna vez se interponen en mi camino... Primero ellos tratan de detenerme, y es ahí cuando planeó como matarlos. Luego, poco a poco, lentamente, voy cambiándolos, manipulando sus corazones débiles, corropiendo sus almas, volviédolos locos; haciendo todas sus pesadillas realidad. Yo los hago sufrir, yo les hago saborear el dolor lentamente, para hacer que se arrepientan más y más de haberse rebelado contra mí. Pronto se verán lejos de su familia, de sus amigos, hambrientos, sedientos, abandonados, maltratados... Y entonces ellos terminarán el trabajo por mí.
   -¿Qué quieres decir? –preguntó Daphne, que no sabía muy bien como reaccionar a aquel discurso, ni sabía cómo se sentía en el interior en ese instante.
   -Estás dudando –dijo el dragón oscuro-. Sí, estás dudando. No sabes muy bien qué sentir. Bien. Que siga así.
   -¿Qué, espera, qué? –balbuceó la ninfa, esta vez sintiendo la preocupación llegar a su corazón -¿Qué significa aquello que dijiste? –ahora que ella estaba deseando una respuesta, su miedo al dragón se había esfumado como polvo al viento. Y no solo eso, Daphne ahora tenía muchas cosas en que pensar, pero para ella todo lo que el dragón le había contado no tenía sentido, y por más que intentaba descrifrar el por qué él sentía tanto odio hacia los herederos de Domino, la solución no llegaba a ella. Pero el dragón no aclaró sus dudas cuando ella más lo necesitaba, y se volvió, alejándose de ella con rapidez-. ¡Espera! –lo llamó Daphne, tratando de hablar a través de sus labios por accidente, pero nada se oyó salir de su boca-. ¡Espera! ¡Necesito que me respondas! ¡Respóndeme! ¿¡Qué quieres decir!?
   -Todo a su tiempo –oyó al dragón negro susurrar-. Todo a su tiempo. Deberías preocuparte más en aquella cita que tu hermana menor va a tener con ese tal príncipe. Uno nunca sabe las cosas repentinas que pueden suceder en aquellos eventos.
   -Espera, ¿cómo sabes que ella...? –pero antes de que Daphne pudiera terminar (de pensar) su oración, su sueño fue sacudido, literalmente. Lo que había parecido la oscuridad y la nada antes, ahora parecía una habitación negra en la que ella estaba encerrada, ya que el “piso” se sacudió y escombros de piedra u otro material cayeron de lo que parecía el “techo”. Era casi como un terremoto, en la oscuridad. El dragón aprovechó aquel momento en el Daphne cayó al suelo, y después de haberse parado trabajosamente, ella descubrió que el dragón ya había desaparecido de su vista. Pero antes de que pudiera hacer cualquier otro movimiento, sus ojos se abrieron, sus oídos pudieron oír, pudo sentir que ahora podía hablar; y tambié llorar. Había despertado.
(Escuchar Mientras Leen)

   Lo primero que hizo cuando se despertó fue abrir las cortinas. Y con lo único que se encontró fue el cielo azul y estrellado de la noche.
   -Oh no –susurró Daphne, sus ojos agrandándose. Cerró las cortinas y revisó la hora del  reloj: ocho y dieciséis.
   Daphne salió corriendo de su habitación inmediatamente. El dolor en el pecho volvió, esta vez no tan fuerte como antes, pero eso no iba a pararla ahora. “Ya es demasiado tarde” pensaba “¿Y ahora qué haré? ¿Qué le pasará a Bloom?”. Llegó a la habitación de su hermana menor y abrió la puerta, esperando encontrarse con ella y así advertirle del peligro que ella corría. Pero no fue así.
   Dentró de la habitación encontró a todas las Winx, pero ningún rastro de la líder del grupo. Entonces fue cuando Daphne realizó que había llegado demasiado tarde. Se imaginó todos los posibles escenarios de cómo terminaría la cita, si bien o mal, y todos le decían que iba acabar en un desastre total. Desde Sky mismo alzando la mano contra Bloom hasta una criatura mística apareciendo de la nada a comérsela, no había ninguna manera en la que su hermana pudiera protegerse por su cuenta. Necesitaría ayuda, y alguien que le dijera cuál era la verdadera amenaza, y esa sería Daphne, la única que está enterada de la dolorosa verdad.
   -Oigan chicas, ¿adónde fue Bloom? –preguntó Daphne a las Winx antes de que alguien dijera una sola palabra. Pero ella se sintió tan feliz de tener su querida voz de vuelta, realmente la gente no podía vivir sin hablar.
   -¡Oh, Daphne! ¡Estás bien! –exclamó Roxy.
   -Si, si, si, ¿ahora podrían responder a mi pregunta por favor? –insistió Daphne con una falsa sonrisa. Ella si estaba feliz de ver a las Winx de nuevo (aunque fuera después de dos días) pero por el momento ella tenía prisa y aparentemente no había tiempo que perder. Sentía que esto era una carrera contrarreloj.
   -Ah, bueno, si estás muy apurada, fue a una cita con Sky –respondió Flora amablemente, mientras abrazaba una almohada con forma de pato amarillo.
   -Sí, eso si lo sé, ¿pero a dónde exactamente?
   -En realidad, ni sabemos –dijo Aisha.
   -Tal vez un restraurante. O un bosque de flores, o una colina, o incluso el mismo cielo estrellado–le dijo Stella-. Quién sabe, es Sky de quien estamos hablando, la persona que siempre tien un az bajo la manga.
(Escuchar Mientras Leen)

   -Eh, bueno, gracias chicas, hasta luego –se despidió Daphne, para luego cerrar la puerta y concentrarse en comunicarse con Bloom. Ambas hermanas habían nacido con una curiosa forma de comunicarse con la otra, al menos Daphne por el momento, pues Bloom aún tenía que aprender aquel hechizo de manera correcta. A eso lo llamaban “Comunicación Telepática”, ya que se podía usar para hablar entre ellas a través de sueños, o visiones, o en cualquier momento, usando los pensamientos de la mente. Se podían ver la una a la otra en las visiones, y podían tocarse, aunque a veces la mano traspasaba el cuerpo. Lo último nunca había sido un grave problema, excepto cuando ambas princesas de Domino querían abrazarse- Bueno, ahora ha llegado la hora –pensó Daphne, cerrando los ojos. Pensó en la “Comunicación Telepática” y en Bloom, y pudo ver en su mente a su hermana sentada junto a Sky sobre el pasto, mirando las estrellas mientras ambos se agarraban de las manos. Daphne pensó que aquello era muy tierno y romántico, pero recordando todo lo que aquel dragón de sus pesadillas había dicho acerca de las debilidades de Bloom, su corazón se endureció, cerró los ojos y puños con fuerza; y trató de concentrarse más en el hechizo.
   Daphne pudo sentirse entonces como si ella estuviera en realidad presente en el lugar. Pero en el fondo sabía que, a pesar de todo se veía tan realístico, sólo era una simple ilusión usada para comunicarse con la otra persona. Se acercó a su hermana y la llamó. Ella se levantó de mala gana, dejando a Sky a observar el fundamento solo, y se acercó a Daphne.
   -¿Qué quieres? ¿Qué pasa? –preguntó Bloom, y Daphne pudo notar un ligero tono de brusquedad en su voz- ¿Acaso las Winx (o Stella) han hecho una locura y destruido mi habitación? También, sí que te has recuperado bien rápido de aquella... Herida que te hice...
   -...Hay algo que tengo que decirte –dijo Daphne con dificultad luego de un silencio incómodo.
   -¿Qué es? –dijo Bloom, mostrándose un tanto preocupada-. ¿Algo malo pasó? –Pero Daphne no respondió, ya que estaba concentrada pensando en qué rayos podía decirle a Bloom sobre aquel sueño que había tenido hace un momento, y todas las cosas que el dragón oscuro había dicho sobre ella, sin que esto la hiriera gravemente en el corazón.
   -Yo... –empezó a decir Daphne, aún pensando-. No lo sé... –fue entonces cuando vio a su hermana a los ojos, y vio algo más. Azul turquesa, redondos, llenos de vida, así siempre los había visto, los ojos de Bloom. Pero esta vez vio algo completamente diferente: vio miedo en ellos. Una joven niña que cree en las fantasías y cuentos de hadas, una chica libre y soñadora, que sueña con tener su propio final feliz y también su príncipe azul. Pero que ahora, después de haber conseguido todo lo que alguna vez deseó, ve como su mundo se va derrumbando, poco a poco... Lentamente.
   Daphne sabía como Bloom se sentía, o al menos deseaba saber, y no quería herirla más de lo que ya estaba, pero tenía que advertirle, tenía que terminar su cita con Sky y volver a casa antes de fuera demasiado tarde. No sabía si esta era ahora la decisión correcta, si era un engaño o una trampa, pero las palabras del dragón la confundían. Pero viendo los ojos de Bloom, cambio lentamente de opinión, ya que viéndola tan feliz con su pareja y recordando todo lo que habían pasado ambos, su corazón se dulcificó.
   -¿Daphne? –preguntó Bloom.
   Daphne se quedó callada unos instantes, ahora sin pensar en qué forma advertirle a Bloom de la amenaza sobre ambas, sino sobre una excusa lo suficientemente creíble para no despertar ninguna sospecha en ella.
   -Tus amigas querían saber como estaban –dijo-. Sé que no es muy importante, pero están un tanto preocupadas, no sé.
   -Ah –dijo Bloom alzando una ceja-. Bueno, estoy cerca del lago Rocaluz con Sky, si eso les interesa. Diles que estamos mirando las estrellas juntos. Y que estoy bien... Junto con Sky siempre me siento segura.
   -Lo haré –fue lo único que dijo Daphne. Ambas se despidieron y Bloom se alejó de ella para luego sentarse junto a Sky, como si nada hubiera pasado. Daphne sonrió al verlos: dos tortolitos muy, pero muy enamorados. Se alegró al saber que su hermana había encontrado al amor de su vida, y se preguntó si ella misma lo haría también-. Algún día –pensó. Estaba ya decidida a irse y dejar la ilusión, cuando de repente pudo notar un resplandor blanco detrás de ella, y luego oyó el sonido de un trueno. Se volteó inmediatamente, y vio que Bloom y Sky ya no estaban ahí sentados observando las estrellas, y que el lago Rocaluz ya no era el mismo.
(Escuchar Mientras Leen)


   Porque lo que antes era agua ahora era fuego. El lago se estaba quemando (si eso era posible) y las llamas se alzaban contra el cielo. Las nubes habían cubierto las estrellas y la luna, y los relámpagos caían del cielo continuamente, siempre seguido con el trueno, que sacudía el lugar. Habían también ráfagas de viento muy fuertes, que mecían las hojas de los árboles violentamente y obligaban a Daphne a retroceder. Esto ya no era la ilusión que Daphne había usado para comunicarse con Bloom, esto ya era una pesadilla.
   -Grave error –dijo una grave voz, seguido de un gran eco que hizo el piso temblar.
   -¿¡Quién rayos eres!? –gritó Daphne, pues el viento se llevaba su voz con él-. ¡Para ya!
   -Yo soy el Que No Existe –dijo una voz que venía del bosque, del cielo, del lago, de la tierra; de todas partes-. Yo soy el Manipulador de Corazones, el Corrompe Almas, el Traidor, el que Se Esconde en Medio de las Sombras... Y tú nunca, nunca me descubrirás.
   Unas lágrimas rodaron por las mejillas de Daphne, mientras ella observaba el lago quemarse, los árboles siendo arrancados de su superficie, y los relámpagos y truenos caer del cielo. Este era el fin, ahora que tenía una idea de a quién se enfrentaba, estaba totalmente segura de que ni ella ni sus amigas ni su hermana ni todos los ejércitos del Universo Mágico podían contra aquella nueva amenaza. Si esto era lo que podía hacer usando simples hechizos, ¿qué era lo que haría si usara su verdadore y peligroso poder?


4 comentarios:

Anónimo at: 22 de marzo de 2014, 16:43 dijo...

Está buenísimo!
Y ahora me quedé con tantas dudas para el otro capitulo:
Donde está Bloom?, El dragón podrá vencer a las winx?
Por que está tan interesado en Daphne?
Y Daphne saldrá de allí?
Tú nove está genial, Espero que puedas publicar pronto el sigiente capitulo.
FloraFlower

Snow Rosemary at: 26 de marzo de 2014, 4:01 dijo...

Wow, wow! Cuántas preguntas! xD
Gracias, trataré de publicar el capi esta semana! Y si no... Entonces la próxima semana! X3

Daughter Of Ink And Sound at: 21 de abril de 2014, 4:18 dijo...

Emm... Me gusto mucho la nove pero mas el soundtrack
Hacemos un trato?
Me escribes a mi correo (velo en mi perfil) y enviame el nombre de las canciones que usas, y yo te pasare algunas!
Vale?
AvatarRoxy

Snow Rosemary at: 23 de abril de 2014, 10:49 dijo...

Jaja, claro no hay problema! :) Aunque son muchas...

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